
El Índice DEC de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales otorga sistema de Servicios Sociales de Castilla y León una nota de 7,73, la mayor de su historia, con la que lidera al resto de comunidades autónomas, incluidas las de régimen de financiación foral. Los resultados se deben a la gran eficiencia del sistema de Castilla y León basado en la colaboración con las corporaciones locales y las entidades del Tercer Sector.
El sistema de Servicios Sociales de Castilla y León es el mejor de todo el país, según indica el Índice DEC, informe anual que elabora la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales de España, que realiza un análisis objetivo sobre los departamentos responsables de esta área en todos los territorios. Castilla y León lidera a todas las comunidades, es decir, tanto a las de régimen común de financiación como a las forales —País Vasco y Navarra—. Y, además, logra la mayor nota de toda su historia: un 7,73 —0,94 más que el año pasado—, la cual supera en más de dos puntos la media nacional, que ha sido de un 5,46. Con este, ya son doce años con un lugar en el pódium.
Castilla y León, a través de su vicepresidenta y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, asistió en Madrid a la presentación del Índice DEC, de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, referente nacional para conocer la situación en la que se encuentran los sistemas sociales y también para proponer cambios y seguir avanzando y mejorando en la prestación de los servicios sociales, un tanto estigmatizados como de segunda división, cuando son tan importantes como la educación, la Seguridad Social, la sanidad o la vivienda, especialmente, cuando se trata de otorgárselos a las personas mayores dependientes y a las personas discapacitadas.
Este Índice, relativo a 2024, refleja el resultado fruto del clima de diálogo y consenso social que se da en Castilla y León , en la que es clave la colaboración con las corporaciones locales y con las entidades del Tercer Sector. De hecho, este trabajo conjunto, así como la estrategia de las políticas públicas en esta materia son elementales para la gran eficiencia del sistema social autonómico, tal y como refleja el informe.
Desde que, en el año 2012, la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales comenzara a elaborar el Índice DEC, Castilla y León ha estado en las primeras posiciones, liderando siempre a las comunidades de régimen común, cuando no a todas ellas, incluidas las forales. De hecho, ese año y en 2018 ya obtuvo la nota más alta de España, si bien ha sido este 2024 cuando ha batido el récord.
En todos los informes publicados, Castilla y León ha mostrado de manera continua un sistema muy equilibrado que, además, incluso ha ido mejorando con los años. Ha alcanzado la excelencia en derechos y cobertura y tiene una de las mejores ratios entre cobertura y gasto. La gestión es eficiente, las decisiones estratégicas son apropiadas y hay una alta correspondencia entre los derechos que reconoce y las prestaciones y servicios que otorga, de acuerdo con el Índice DEC.
Hay que tener en cuenta que estas conclusiones a las que llega la entidad que elabora el informe se dan en un contexto sociodemográfico muy complejo, dado que no es baladí, que la sociedad castellana y leonesa es muy rural, vive muy dispersa, está envejecida y hay una baja natalidad. Esto dificulta sobremanera a la hora de prestar servicios a la ciudadanía. Por tanto, Castilla y León debe realizar un gran esfuerzo económico y, a la vez, lograr organizar y coordinar una cartera de servicios que deben llegar a todos los rincones de la región.
Algunos datos que explican la buena nota de los servicios sociales de Castilla y León
En lo que respecta a la parte económico-financiera, Castilla y León ha incrementado de manera importante el gasto social por habitante hasta alcanzar los 592,5 euros —85,3 euros y un 16,8 % más que en 2023—, colocándose 44,4 euros por encima del conjunto de España. En términos globales, las Administraciones Públicas de Castilla y León han incrementado también el porcentaje presupuestario destinado a Servicios Sociales, llegando al 11,1 %, frente al 10,25 % de toda España. De ese gasto social global, el 79,4 % procede de Castilla y León, cuyas cifras se elevan 5,1 puntos sobre la media nacional. Esto implica que el porcentaje de gasto en esta área sobre el PIB autonómico también crece, pues pasa del 1,87 % al 1,99 %, mientras que en el conjunto de las comunidades es del 1,76 %.
Otro de los puntos fuertes del sistema castellano y leonés es la cobertura efectiva de prestaciones y servicios. En atención a personas en situación de dependencia, la comunidad obtiene la nota más alta de España: un 8,3 frente a una media global del 5,1. En ello tiene mucho que ver que el tiempo medio para resolver un expediente, en Castilla y León, es de 113 días, frente los 342 del resto. El 94,81 % de las personas con derecho a algún tipo de prestación la están recibiendo —cuatro puntos más que en todo el país—, y eso también convierte a Castilla y León en el territorio en el que más personas obtienen prestación en relación con su población.
En cuanto a atención residencial, Castilla y León es la primera comunidad, con una cobertura del 11,82 %, en plazas residenciales con financiación pública para mayores de 75 años, frente al 5,89 % estatal. Un primer puesto que se repite en servicios residenciales para personas con discapacidad: cuenta con una cobertura del 4,55 % frente al 1,72 % del conjunto del país. Esto significa que, en este territorio, un castellano y leonés perteneciente a este colectivo tiene 2,6 veces más de posibilidades de obtener una plaza en un centro residencial que a nivel nacional. Y ese liderazgo vuelve a repetirse en centros de día y ocupacionales especializados en discapacidad: 6,47 plazas por cada 100 de estas personas, más del doble que la media estatal, que es de 3,13.
En el ámbito de la violencia de género, el sistema social de Castilla y León suma 21,1 plazas por cada 100 mujeres protegidas, frente a las 18,3 globales. En lo que respecta a menores integrados en el sistema de protección de la Comunidad, el 50,2 % del total de los acogimientos se producen en un entorno familiar —la media estatal es del 47,8 %—. Y, en relación con los alojamientos para personas sin hogar, hay 82,7 plazas por cada 100.000 habitantes, 21 más que a nivel nacional.