En la localidad soriana de Alcozar, perteneciente al municipio de Langa de Duero, existe la Asociación de Alcozar, extraordinariamene dinámica, que ha conseguido compilar, con un esfuerzo colectivo,digno de encomio, el portal www.alcozar.net, en el que se recoge un valiosísimo contenido, repleto de artículos relacionados con los aspectos geográficos, históricos, etnográficos, culturales y muchas otras entradas relacionadas con la vida cotidiana del siglo XX pasado, verdadero tesoro para conocer la Historia y la vida de este pequeño pueblo de la Ribera del Duero soriana.
Sin duda, ese portal puede ser modelo para muchos otros pueblos a fin de preservar, conservar, mantener y difundir la pequeña o gran Historia de los pueblos que, tristemente, se están muriendo lentamente.
El reportaje que sigue, a continuació, sobre Alcozar se ha elaborado, entre otras fuentes, teniendo muy en cuenta los contenidos de dicho portal, sobre todo, sobre aquellos aspectos relacionados con el pasado más reciente de Alcozar y de sus vecinos. Igualmente, se debe citar a Divina Andrés Aparicio por sus aportaciones divulgativas y gráficas sobre Alcozar en el portal Soriaestademoda.
Localización de Álcozar
- Datos generales
Latitud: 41º 37' 01'' N
Longitud: 3º 19' 10'' O
UTM 30T 473163 4607590Por la carretera N-122 (entre Velilla de San Esteban y Langa de Duero)
Altitud media: 901 mts.
Límites:
Norte: Zayas de Torre y Bocigas de Perales
Sur: Velilla de San Esteban y Río Duero
Este: Rejas de San Esteban
Oeste: Langa de Duero
Distancias:
Soria: 85,7 km
Langa de Duero: 8, 5 km
San Esteban de Gormaz: 15,6 km
Aranda de Duero: 35,8 km
Cómo llegar:
Del km 238 de la N-122 parte la carretera provincial SO-P-5002 que llega hasta Alcozar (3 km)
Provincia: Soria
Municipio: Langa de Duero
Partido Judicial: Burgo de Osma
Datos geográficos y patrimonio natural
Latitud: 41º 37' 01'' N
Longitud: 3º 19' 10'' O
UTM 30T 473163 4607590 Por la carretera N-122 (entre Velilla de San Esteban y Langa de Duero)
Altitud media: 901 mts.
La localidad soriana de Alcozar, como ya se ha mencionado, entidad local menor pertenceciente al municipio soriano de Langa de Duero, se sitúa en la margen derecha del Duero. Su orografía es predominantemente llana con elevaciones en su zona norte más abrupta, en la que destaca el cerro del Maceron, con una altitud de 994 metros, si bien la altitud máxima del término se encuentra en Carraligos con una altitud de 999 metros.
La hidrografía viene determanda por el río Duero, que riega y domina el municipio de Langa de Duero y también, el de Alcozar, conviviendo el secano con el regadío, gracias al primer canal de regadío inaugurado en 1909, que comparte con Velilla de San Esteban. Asimismo, hay numerosos arroyos y fuentes subterráneas lo que da idea de la capilaridad del terreno, que drenan las elevaciones situadas al norte del núcleo de población y que tributan directamente al río Duero.
Respecto de los límites del término de Alcozar, indicar que al Norte, limita con los de Zayas de Torre y Bocigas de Perales; al Sur, con los de Velilla de San Esteban y Río Duero; al Estecon elde Rejas de San Esteban y al Oeste con el de Langa de Duero.
En relación a las distancias, Alcozar se encuentra a unos 86 kms de Soria, a 8,5 kms de Langa de Duero, a 15,6 kms de San Esteban de Gormaz y a 36 kms. de Aranda de Duero (Burgos).
Se accede a la localidad por la carretera provincial SO-P-5002 que arranca en el punto kilométrico 238 de la autovía del Duero A-11, antigua carretera nacional N-122. Hay que recorrer 3 kms. hasta llegar a Alcozar, precisamente, la misma distancia que para coger a demanda el autobús de línea.
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Datos demográficos

Evolucion de la poblacion desde 2000 hasta 2023 | |||
Año | Hombres | Mujeres | Total |
2023 | 21 | 9 | 30 |
2022 | 23 | 10 | 33 |
2021 | 23 | 10 | 33 |
2020 | 26 | 9 | 35 |
2019 | 25 | 10 | 35 |
2018 | 25 | 11 | 36 |
2017 | 24 | 11 | 35 |
2016 | 23 | 11 | 34 |
2015 | 22 | 12 | 34 |
2014 | 21 | 12 | 33 |
2013 | 20 | 12 | 32 |
2012 | 22 | 13 | 35 |
2011 | 23 | 15 | 38 |
2010 | 24 | 15 | 39 |
2009 | 25 | 17 | 42 |
2008 | 27 | 19 | 46 |
2007 | 28 | 21 | 49 |
2006 | 25 | 16 | 41 |
2005 | 29 | 16 | 45 |
2004 | 28 | 17 | 45 |
2003 | 28 | 18 | 46 |
2002 | 29 | 19 | 48 |
2001 | 30 | 21 | 51 |
2000 | 31 | 22 | 53 |
Como puede observarse, en lo que va de siglo XXI, Alcozar ha perdido casi la mitad de la población que tenía a principios del año 2000, concretamente, ha perdido el 44%. Pero si vemos la población por sexo, los hombres en 2023 son el 47% de los que había en el año 2000 y las mujeres representan en 2023 todavía menos, el 40% de las mujeres existentes en el año 2000. Si relacionamos ambos sexos, vemos que hay 2,33 hombres por cada mujer.
Todos estos datos son demoledores para visualizar el futuro de Alcozar dentro de una década. Está condenada a morir si los poderes públicos no lo remedian y, por el momento, los resultados son absolutamente descorazonadores. ¿A qué esperan para repoblar Alcozar y el resto de pueblos sorianos que se encuentran en la misma situación o dinámica?
La gravedad de la situación demográfica se acentúa profundamente al ver los datos históricos aportados en el portal de la Asociación de Alcozar www.alcozar.net:
Adelantada a su tiempo, a finales del siglo XIX, Alcozar contaba con una escuela con capacidad para 50 niños y otra para 50 niñas y, según el censo de 1903, era una de las poblaciones sorianas con menor índice de analfabetismo.
- El chopo negro de Alcozar
- Nombre común: Chopo negro
- Nombre científico: Populus nigra L.
- Origen: Autóctono
- Altura: 22 mts
- Perímetro normal: 6,9 mts
- Perímetro de base: 8,33 mts
- Diámetro medio de la copa: 27 mts
Este chopo negro, junto con otros dos, preside por sus grandes dimensiones el bosque de ribera protegido en la Red Natura 2000 que alberga una biodiversidad excepcional.
Según aclara la Asociación Alcozar, este chopo negro no se encuentra en el término de Alcozar, sino en el de Velilla de San Esteban. En su día, según informa la citada asociación, "ya comunicaron este error a la Junta de Castilla y León para que procedieran a rectificar los datos en los paneles informativos" como el que figura en el siguiente reportaje. Desde Revista de Castilla y León recogemos dicha información y esperamos que, finalmente, se subsane el error para evitar la confusión.
Los orígenes de Alcozar
De los datos contenidos en el portal de Alcozar, se deduce el desconocimiento del origen de Alcozar. Posiblemente fue repoblado en la primera mitad del siglo X, como consecuencia del empuje repoblador que en 912 llevó al conde Gonzalo Fernández, padre del Conde Fernán González, fundador de Castilla como condado independiente del Reino de León, a levantar de nuevo Clunia (Coruña del Conde), Aza y San Esteban de Gormaz.
Lo que sí parece claro, es que el topónimo de Alcozar es un nombre árabe. cuyo significado aproximado es fortín, palabra que en otras localidades ha derivado en Alcocer. Posiblemente existía ya entonces alguna clase de fortaleza o castillo, hoy desaparecido, pero del que existen numerosas referencias históricas, al encontrarse por entonces, en "primera línea de fuego", en la frontera castellano-andalusí del Duero, en los tiempos de los grandes condes de Castilla y de los grandes nombres del Califato de Córdoba, como Abdel Rahman III o Almanzor, muy dado a sus razzias por estas tierras sorianas, derrotado, en el año 1002, en la batalla de Calatañazor por las tropas cristianas leonesas y castellanas, a su vuelta hacia Córdoba tras el robo de las campanas de la catedral de Compostela, si bien entre los historiadores no es un asunto pacífico que se produjera esta batalla.
Precisamente, fue aquí, en un paraje que algunos estudiosos han identificado con el predio de Piedra Sillada, pero en todo caso en un paraje entre Alcozar y Langa de Duero, donde el conde de Castilla, García Fernández, fundador del infantado de Covarrubias en el años 978 e hijo de Fernán González, cayó el 18 de mayo de 995, en un encuentro fortuito con un destacamento musulmán. Durante la refriega el conde García Fernández fue herido de un lanzazo en la cabeza. Los musulmanes lo apresaron y lo llevaron a Medinaceli, donde a pesar de los cuidados del gobernador musulmán, murió el 29 de julio de 995. Su cabeza fue enviada a Córdoba como trofeo, hasta que, años más tarde, se recuperaron la cabeza y el cuerpor y se enterraron en el monasterio de San Pedro de Cardeña, como refiere el siguiente texto:
"No se desanimó el conde García Fernández por la pérdida de San Esteban y Clunia y al año siguiente, avanzada ya la primavera del 995, cuando estaba recorriendo con un pequeño número de caballeros la tierra fronteriza entre Langa de Duero y San Esteban, en Alcozar, se tropezó con otro destacamento musulmán, parece que un 18 de mayo. Trabado el combate en el curso del mismo recibió una herida de lanza, probablemente en la cabeza, que le derribó en tierra; los musulmanes quedaron dueños del campo y al recoger los heridos reconocieron al conde castellano y lo trasladaron a la capital de la Marca o Frontera Media, Medinaceli. Aquí el gobernador puesto por Almanzor al frente de la Marca, el eslavo Qand, ordenó que los médicos prestaran todos los cuidados posibles al ilustre herido, pero estos no pudieron salvarle la vida y el conde castellano moría dos meses y diez días más tarde el 29 de julio del 995 en la misma plaza donde siete años más tarde fallecería su rival Almanzor.
Sus restos mortales fueron divididos en dos partes; la cabeza enviada a Córdoba como trofeo y sepultada en la iglesia de los Tres Santos, esto es, de los santos Fausto, Jenaro y Marcial, que responde a la actual parroquia de San Pedro, mientras el resto del cuerpo recibía tierra en Medinaceli. Años más tarde tanto la cabeza como el resto del cuerpo serían llevados al monasterio de Cardeña donde recibieron honrosa sepultura y donde aun hoy día se señalan sus tumbas.
Le sucedió al frente del condado su hijo Sancho García, que continuó la lucha contra Almanzor; tuvo García Fernández además otro hijo varón, Gonzalo, que le precedió en la muerte y cinco hijas: Mayor, que casó con el conde Ramón de Pallars; Elvira, la esposa del rey Vermudo III; Tota, que enlazó con el conde Sancho Gómez de la casa condal de Saldaña-Carrión; Urraca, la abadesa de Covarrubias y señora del Infantado; y Ónega, abadesa de Cillaperlata.
Bibl.: F. de Berganza, Antigüedades de España..., Madrid 1719-1721; R. Menéndez Pidal, “Leyenda de la Condesa Traidora”, en Historia y epopeya, Madrid, Hernando, 1934; J. Pérez de Úrbel, Historia del condado de Castilla, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1945; J. Pérez de Úrbel, El condado de Castilla. Los 300 años en que se hizo Castilla, Madrid, Siglo Ilustrado, 1970; R. Menéndez Pidal, La leyenda de los infantes de Lara, Madrid, Espasa-Calpe, 1971, 3.ª ed.; J. Pérez de Úrbel, García Fernández (El conde las bellas manos), Burgos, Diputación Provincial, 1979; G. Martínez Díez, El condado de Castilla (711-1038): la historia frente a la leyenda, Madrid, Marcial Pons, 2005.
Fuente: Gonzalo Martínez Diez, en García Fernández | Real Academia de la Historia
Una vez la frontera castellano-andalusí se desplaza hacia el sur, a mediados del siglo XI, y el peligro de las razzias musulmanas desaparece, la evolución de Alcozar puede seguirse a través de la documentación de la época. De esa documentación, se sabe que en 1150 la villa, hasta entonces dependiente del monasterio de Silos, fue cedida a la iglesia de Osma, aunque los litigios entre el monasterio y el obispado se prolongaron en el tiempo. Destaca sin embargo un documento de 1154 escrito en letra carolina y conservado en la catedral del Burgo de Osma, una carta-homenaje de Diego Pérez de Fuentearmegil al recibir la tenencia del castillo de Alcozar, que es considerado uno de los primeros documentos civiles escritos íntegramente en lengua castellana.
Datos históricos

Alcozar es conocida por la batalla que tuvo lugar en 995 en el cercano paraje de Piedra Sillada, que enfrentó al conde castellano García Fernández con el caudillo musulmán Almanzor. El conde fue derrotado, sufrió graves heridas y capturado, muriendo pocos días después.
De su castillo sólo queda el emplazamiento, pues la torre que se encuentra en el cerro, la Torre del Reloj, fue construida en 1893, según consta en la campana fundida por Benito Pellón Gargollo. Se desconoce si se utilizaron materiales de edificios anteriores.
El nombre de la villa de Alcozar aparece ya en un documento de 1154, considerado como uno de los primeros escritos integramente en castellano, que ha sido objeto de estudio y está custodiado en El Burgo de Osma.
Jaime Fernández e Isabel Rupérez publicaron en su portal publicado en el portal Castillos de Soria el siguiente texto:
"Muy escasos son los restos que podremos encontrar de este castillo sobre la mota de poco más de 960 metros de altura que hay sobre el pueblo de Alcozar, perteneciente a la provincia de Soria desde sólo 1833, momento en que entró en vigor la provincialización de España, cuando era ministro de Fomento, Javier de Burgos. Quizá alguna teja o resto cerámico, porque lo poco que quedaba fue reutilizado para realizar una torre de reloj en el pueblo.
El topónimo Alcozar es interpretado como el límite por algún autor y de hecho se ajusta esta descripción a la función que realizó durante la reconquista en esta parte del Duero. En el Cantar del Mío Cid aparece como Alcocer.
En el cercano paraje de Piedra Sillada (el Piedra Sellada de las crónicas), lindante con Langa de Duero, tuvo lugar en mayo de 995 la desesperada batalla entre el segundo Conde castellano, Garci Fernández, y Almanzor, donde el Conde es herido y capturado.
Se conserva en la catedral de El Burgo de Osma un importante documento desde el punto de vista lingüístico, fechado en 1154, que describe un contrato entre el obispo de Osma y Diego Pérez de Fuenteargemil, hijo de Pedro Nuñez, y que es uno de los primeros documentos redactados en romance castellano.
En 1183 el Conde Pedro Manrique de Lara entrega el castillo en donación a la orden de Calatrava. Se tiene constancia de que son feudo de los Lara, Luna y Castrillo. Los Lara en 1454 mantienen un pleito con el obispado de Osma por la posesión de la villa y castillo.
En la población encontraremos la iglesia románica de San Esteban, proto-mártir, de una sola nave y pórtico tapiado, y las ruinas de la ermita de la Virgen de Vallejo, del siglo XI, con restos de pinturas románicas.
Según Divina Aparicio de Andrés (Revista de Soria, num. 9), en las proximidades hay escasos restos de un monasterio medieval de benedictinos."
Según la Enciclopedia Romanico Digital, de la Fundación de Santa María la Real del Patrimonio Histórico, tras la actualización de su estudio gracias a las aportaciones de la Asociación de Alcozar sobre la ermita románica de la Virgen del Vallejo, que la citada fundación ha aceptado por proceder de estudios posteriores al estudio original publicado en la mencionada obra de referencia del Arte Románico, aportación que publicamos en su integridad para conocimiento general, se relacionan los siguientes antecedentes históricos:
"En el término de Alcozar las colinas van perfilando un amplio anfiteatro tajado por pasos naturales que comunican con Langa y San Esteban; sus alturas más notables son los cerros de El Mojón, Porquera, Cabaña (Cerrolacabaña), El Barrancazo y Barraganes (Alto de Carraligos, 999 m; Las Majadas, 998 m; Los Caños, 997 m; Macerón y Cerrolacabaña, 994). En el centro de este anfiteatro que se abre hacia la vega se encuentra el cerro Magerón (Macerón), cerro vigía de Alcozar, desde donde se domina (el castillo de Gormaz y hasta las cumbres de Somosierra).
- Localidad de resonancias árabes –al-quasir–, Alcozar está enclavada a 7 km al norte de San Esteban de Gormaz. Asolado por legendarios combates, el territorio fue ocupado por Almanzor, junto a Clunia y San Esteban de Gormaz, en 994 y presenció la cruel derrota de Garci Fernández en 995.
- Poco antes de llegar a Alcozar atravesamos el paraje de la Fuente de San Vicente, en el pago de “Tras las Peñas”, solar de un pequeño cenobio, construido por el presbítero Pedro de Alcozar y tres compañeros más, que en 1048 pasó a pertenecer al monasterio riojano de San Millán de la Cogolla.

- La "traditio" es una fórmula por la que los pequeños monasterios se agregaron a las grandes abadías en búsqueda de protección, sometiéndose a cambio a su jurisdicción. Sabemos, por ejemplo, que durante los siglos de mayor esplendor, X-XII, San Millán de la Cogolla gobernaba más de cien granjas, prioratos y monasterios menores.
- Fue escenario del milagro de Santo Domingo sobre el ciego de Alcozar (no fue el escenario del milagro, el personaje procedía de este pueblo. En el texto latín de Grimaldo se señala: "ex alkozarensi castro", es decir, de la aldea de Alcozar) que narró el monje Grimaldo. Del monasterio de San Vicente existen otras referencias que datan de 1165, cuando Ermesinda de Narbona, viuda del conde Manrique de Lara, ofrecía allí una heredad a los premonstratenses de La Vid; de 1188, cuando se vendía la heredad de Cubillas, cerca de Alcozar; y de 1190, fecha de la confirmación del diploma de 1165 por parte de doña María Manrique de Lara, hija de los anteriores. Las últimas noticias datan de 1226, cuando el cenobio pasó a depender de Silos (son referencias circunstanciales que aparecen en los nombres de testigos o testificantes de los documentos).
- Del mismo paraje de “Tras las Peñas” procede la estela funeraria de un tal Medditus, de los Stenicos, datable en el siglo I d. de C., (aunque apareció en intervención de urgencia de 1992 en el terreno que ocupaba el monasterio, su procedencia debió de ser el asentamiento romano de La Parrilla).
- HERAS FERNÁNDEZ, Elena: "Una inscripción funeraria procedente de Alcozar (Soria)" en Fichero epígráfico, suplemento de "Conimbriga" nº 44, Instituto de Arqueología, Coimbra 1993.


- (En 1516 el Monasterio de La Vid da a censo al señor de Alcozar, Gutiérrez Delgadillo, conde de Castrillo, la Vega de Cubillas, una aceña con dos ruedas y una barca, por 9.000 maravedíes de pensión y tributo anual, y le faculta para que a su vez pueda traspasar dicho censo al concejo y vecinos del pueblo, como así lo hizo).
- Durante la Baja Edad Media, doña Juana Pimentel, condesa de Montalbán, pleiteó con el
- obispo de Osma por el lugar de Alcozar y su castillo. Durante el reinado de Juan II el enclave defensivo pasó a manos de don Juan Delgadillo, alférez mayor del rey, que sostuvo nuevo pleito contra el obispo Juan (quizá el llamado “de Cerezuela”); sin embargo, antes de obtener sentencia, Alcozar pasaba a manos de don Álvaro de Luna. En 1458 el obispo don Pedro retomaba el viejo contencioso contra la condesa del Montalbán y los correspondientes vástagos de Juan Delgadillo. En 1530, junto a Zayas, Zayuelas y Torres, pertenecía a Gutierre Delgadillo.
- (Los pleitos se sucedieron ininterrumpidamente a través de los siglos, hasta 1955, fecha en la que el ayuntamiento de Alcozar adquiere las tierras gravadas con un censo enfitéutico. "José Peña Llorente, por sí y en nombre y representación de sus cuatro hermanos (...) quienes le facultan especialmente para que redima en su totalidad este censo enfitéutico en su dominio directo, confesó haber recibido, con anterioridad al otorgamiento de esta escritura, 300.000 pesetas de Nicolás García de Blas, alcalde, en representación del ayuntamiento y común de vecinos,(...) y declaró redimido el expresado censo..." ).
- Ermita de San Esteban Protomártir o de la Virgen del Vallejo
- Generalmente citada como ermita de San Esteban Protomártir –en realidad es la vieja advocación y la actual del templo parroquial en uso, alzado hacia la última década del siglo XVIII en el centro del caserío–, la ermita de la Virgen del Vallejo es hoy por hoy una quejumbrosa ruina que se alza (bajo el monte Macerón), al sureste de la localidad, muy cercana (a la torre civil erigida en 1893, según consta en la campana de su reloj). La ermita, (bajo la advocación) de San Esteban hizo las veces de iglesia parroquial hasta (1812).
- De cronología románica mantiene el hemiciclo absidal, alzado en tosca mampostería enlucida y cubierto con bóveda de cuarto de esfera, el lado del evangelio del presbiterio de su nave única y la galería septentrional, antaño porticada. Todo el muro meridional de la nave fue desplomándose (desde 1960).
- La sacristía del lado nororiental y los dos tramos de la nave son producto de una reforma del siglo XVII, cuando se alzaron dos grandes arcos torales abiertos a la nave desde el espacio ocupado por la vieja galería porticada, la misma portadita de ésta y el coro occidental. La nave principal estuvo cubierta con una armadura mudéjar y la sacristía con un artesonado barroco.
- El centro del ábside queda perforado por una ventana abocinada, que al exterior acusa cimacio y arquivolta lisos apoyando sobre capiteles completamente destrozados.
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- Una brutal grieta abierta por encima de la ventana, y que llega hasta la misma cornisa, amenaza con el hundimiento definitivo de todo el hemiciclo. El alero nacelado que se decora con bolas –como en las iglesias de Rejas de San Esteban– está reforzado por once canecillos, completamente disgregados a consecuencia de la erosión y que documentó gráficamente Teógenes Ortego. Presentaban motivos de rosetas inscritas entre círculos perlados, un barrilito, un sencillo modillón sobre una doble arcada, un cánido, una máscara barbada, un elemento arboriforme, un rostro simiesco agarrando un rollo y otras tres piezas antropomórficas de compleja identificación (una de ellas parece representar una pareja de amantes). El mismo autor relacionaba las rosetas presentes en estos canecillos con un capitel del santuario de la Virgen de la Peña en Sepúlveda.
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Texto: JLHG, actualizado por la Asociación de Alcozar en diciembre de 2024, con la aceptación de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, editora de la Enciclopedia del Románico. Planos: CER - Fotos: JMRM
Patrimono histórico-artístico: El castillo con su torre del reloj, la ermita románica, los museos, las bodegas y otros referentes etnográficos
- El castillo, lo que queda
El que hoy conocemos como Castillo de Alcozar es una torre civil, adosada a una inmensa mole pétrea, que fue erigida en el año 1893 con el fin de colocar el reloj de la villa en uno de sus muros.
En el Catálogo de Patrimonio Arqueológico de la Junta de Castilla y León se registra un yacimiento altomedieval con el nombre de El Castillo y tipificado como recinto militar, que se describe como "Situado en el sector central del término, el yacimiento se localiza al Este del casco urbano, en un cerro elevado y destacado del entorno. En su sector Oeste puede apreciarse la existencia de una estancia excavada en la roca, de la que sólo quedan los cimientos, y que presumiblemente corresponde a una atalaya. Posee unas medidas de 2,60 por 2,70 m. de lado y una profundidad difícil de determinar al estar parcialmente colmatada de escombros. En su lado Este se abre un pequeño pasillo de acceso. En las inmediaciones se advierten dos pozos, igualmente excavados en la roca y que están sirviendo de basurero. Su diámetro es de unos 5-6 m. y la profundidad visible, de 10 m."
Aunque la leyenda cuenta que Alcozar (Alcocer) tomó su nombre de una gran batalla[1] contra los musulmanes que tuvo lugar a mediodía ("al cocer" los pucheros en los que se guisaba la comida) Menéndez Pidal hace derivar el topónimo del término árabe al-qusair, palabra que designaba un tipo determinado de casa o castillo[2].
La existencia de este castillo o fortín está bien documentada. Las crónicas de la Reconquista lo incluyen entre los que tomaron parte activa en las contiendas bélicas que enfrentaron a musulmanes y cristianos en el año 989.
El 11 de marzo de 1150, Alfonso VII otorga un privilegio por el que concede la villa y el castillo de Alcozar al obispo y a la iglesia de Santa María de Osma, que posteriormente sería confirmado por sus sucesores.
Un pergamino —excelentemente estudiado por CANELLAS LÓPEZ y custodiado en la catedral de El Burgo de Osma— nos informa de que, allá por el 1154 o 1156, Diego Pérez de Fuentearmegil gozaba de la tenencia de este castillo.
- Ruinas de la Ermita de la Virgen del Vallejo
Pequeña iglesia románica con galería porticada y restos de pinturas románicas, hoy parcialmente cegada, siendo el estado general del templo de avanzada ruina, encontrándose en proyecto de restauración, actualmente parado.
En un principio consagrada a San Esteban Protomártir, cumplió función parroquial hasta 1812, año en que se trasladó a la iglesia de San Esteban Protomartir (antigua ermita de la Virgen del Vallejo) mejor situada y más accesible. Quedando la antigua parroquia relegada a simple ermita, entrando en un proceso de creciente abandono.
Según la enciclopedia Romanico Digital, de la Fundación de Santa María la Real del Patrimonio Histórico, que realizaron un estudio profundo de la ermita de la Virgen del Vallejo, se expresa lo siguiente:
- Iglesia de San Esteban Protomártir
En 1768 comienzan las obras en la antigua ermita (que se llevaron en 2 fases) convirtiéndose en 1812 en la actual parroquia.
Merece la pena leer la transcripción de los protocolos contractuales para construir la nueva iglesia en el mismo lugar de la entonces ermita, para comprender, siquiera someramente, como eran los procedimientos colectivos para construir las grandes infraestructuras y obras públicas en el siglo XVIII:
II AHPSO, Protocolos Notariales de Manuel Agustín de Zendones, 1914, 2895, 10r-15v.
Sepan como nos la Justicia, Regimiento, Corregidores y Vecinos de la villa de Alcozar, estando juntos y congregados en las Casas Capitulares de Ayuntamiento para tratar y conferir cosas pertenecientes al bien y utilidad de esta república principal y señaladamente los Señores Francisco Alonso y Manuel Pastor, Alcaldes; Manuel de Blas y José Pérez, Regidores; Procurador Síndico General Domingo de Blas Cervero; Juan de Reaguas, Francisco de Blas, Francisco de la Fuente, Domingo de Heras, José Cervero, José Monge, Andrés de las Heras, Miguel de las Heras, Martín Juez, Pablo del Amo, Juan de Encabo, Miguel de Vicente, Manuel Teresa, Manuel de Ramiro, Manuel Sanz, Pedro de Blas Monge, José de las Heras, Manuel de Coscurita, Gabriel de Alonso, Tomás Juez, Mateo Morales, Jerónimo de Miguel, Gregorio de las Heras, Mateo Monge, Manuel de Pablo, Manuel Monge, Alonso Cervera, Santiago Aguilera, Santiago García, Agustín Romero, Manuel de Alonso, Domingo Alonso, Jerónimo de Alcubilla, Pedro de Pablo, Manuel del Amo, Carlos Cervera, Marcelino del Oyo, Manuel Nieto, Dionisio Puentedura, Juan de Vicente, Francisco Pastor y Manuel Cervera todos vecinos de esta dicha villa que confesamos ser el número mayor de los que al presente se compone esta República con los ausentes y enfermos por quienes prestamos voz y caución de rato grato manente pacto de que estarán y pasarán por lo que en esta escritura se hiciere y obrare. Y estando así juntos de mancomúm a voz de uno y cada uno de nos por el todo in solidum otorgamos que nos obligamos con nuestras personas y bienes muebles y raíces y con los Propios y rentas de este concejo y bajo de la misma obligación decimos que en atención a el beneficio grande que se sigue en haber intentado la confección y nueva construcción de la Ermita de Nuestra Señora del Vallejo, sita en la población de esta dicha villa, cuya obra se halla ajustada con Cayetano Marín, maestro arquitecto y vecino de la villa de Coruña, en la cantidad de 7.000 reales sin que esté de su parte la suministración y conducción de materiales. Y deseando nosotros el menor coste y aumento y breve despacho de dicha obra nos hemos convenido y obligado bajo los pactos y condiciones siguientes:
1ª La primera condición es que esta villa y sus vecinos ha de ser visto estar obligada y obligados a la suministración y conducción de toda la piedra a el pie; y además hacer la calera, ayudar a quemarla y traer la leña necesaria para ello; con advertencia que la satisfacción de jornales a el maestro para la quema de dicha calera ha de ser por cuenta de Cayetano Marín (digo por cuenta de la dicha villa).
2ª Item es condición que esta dicha villa y sus vecinos se obligan a conducir también toda la arena, yeso y cal a el pie de dicha obra, agua para los morteros y traer agua para la obra hasta San Juan, también se obligan a traer la teja y ladrillo a el pie también de dicha obra.
3ª Item es condición que dicha villa y sus vecinos se obligan a abrir todos los cimientos que sean necesarios para la construcción de la ermita y desmontar toda ésta.
4ª Item es condición que las dos tierras de concejo, una sita do dicen el Bancho y otra en Carrebililla, las han de trabajar la villa y sus vecinos como hasta aquí para la Ermita dejando el usufructo a ésta hasta tanto que se desempeñe.
5ª Item es condición que [a] todos los vecinos de esta dicha villa de Alcozar se nos pueda obligar por todo rigor de derecho a el cumplimiento de lo que va acondicionado en esta escritura de obligación y nos obligamos a no pedir cosa alguna por razón de la condución de todos los materiales ahora ni en tiempo alguno sino que lo hemos de ejecutar voluntariamente por mirar al provecho que a todos se nos sigue en la brevedad de la construcción de dicha obra y menos coste de ésta.
Bajo de cuyas condiciones, que en esta escritura de obligación van insertas y específicas, nos obligamos todos los vecinos a guardarlas en todo y por todo y que ninguno irá contra su tenor en manera alguna y para que a su cumplimiento se nos apremie por todo rigor como por sentencia pasada de juez competente pasada en juzgado damos poder a las Justicias y Jueces del Rey Nuestro Señor y especialmente a los Señores Alcaldes ordinarios de esta dicha villa de Alcozar con renunciación que hacemos de las leyes, fueros, derechos y privilegios de nuestro favor y por razón de comunidad renunciamos toda menor edad. En cuyo testimonio lo otorgamos, en este nuestro concejo y villa de Alcozar, a 25 días del mes de enero de 1768 y de los otorgantes que yo el escribano doy fe conozco a los capitulares y a otros algunos. Firman los que saben y de todo lo cual yo el dicho escribano doy fe.
Francisco Alonso. Manuel Pastor. Gregorio de las Heras. Gabriel de Alonso. Jerónimo de Miguel. Manuel del Amo. Pedro Pablo. Jerónimo de Alcubilla. Hilario Alonso. Ante mi: Manuel Agustín de Zendones.
Escritura de obligación que hace Cayetano Marín, vecino de la villa de Coruña, para la obra de la Ermita de Nuestra Señora del Vallejo, sita en la villa de Alcozar. Enero 26 de 1768.
En la villa de Alcozar a 26 días del mes de enero de 1768 ante mi el escribano y testigos parecieron de la una parte Gabriel de Alonso, vecino de esta villa y mayordomo de la fábrica de Nuestra Señora del Vallejo, sita en dicha villa, y a presencia del señor don Mateo Juanillo, Cura Párroco, y de los señores Alcaldes ordinarios actuales, como sus interventores, y de la otra Cayetano Marín, natural de la villa de Coruña y maestro arquitecto, y dijeron que en el día 13 de enero de este presente año se hizo remate extrajudicial de la obra que se intenta hacer de la ermita de Nuestra Señora del Vallejo, sita en dicha villa de Alcozar, quedando compuesta de conformidad de unas y otras partes y rematada por precio de 7.000 reales de vellón con inclusión de la confección de la traza en el dicho Cayetano Marín, siendo el cuenta del concejo y los vecinos de dicha villa la conducción de la piedra a el pie, teja y ladrillo, la de la arena, yeso y cal a el pie, agua para los morteros y traer el agua para la obra hasta San Juan y también por cuenta de la villa el hacer la calera a diferencia de los jornales del maestro, también ayudar a quemar y traer la leña para este efecto y abrir los cimientos y desmontar la ermita para lo que dicha villa y vecinos tiene otorgada escritura de obligación en 25 de enero de este corriente año por el presente escribano para lo cual por parte del precitado mayordomo se le propuso que dicho Cayetano Marín había de otorgar el instrumento correspondiente de fianza para el seguro y abono de dicha obra. Y estando presente el susodicho expresó que saldría por su fiador Narciso Marín, vecino de la villa de Coruña, su hermano, quien lo ha de ejecutar. Y cumpliendo con el remate y composición el dicho maestro Cayetano otorga que se obliga con su persona y bienes ha hacer dicha obra de la Ermita según y como está trazada y delineada en un plan, pliego de marca que en él se halla el pitipié y con arreglo a las condiciones extendidas en la traza y demás trazado y por el tenor de la presente y en la manera más conforme a derecho ambas partes otorgan que ajustan y convienen la referida obra bajo los pactos y condiciones siguientes:
1ª La primera condición es que toda la obra se ha de ejecutar según y como está trazada y delineada en un plan en un pliego de marca en el que se halla el pitipié.
2ª La segunda condición es que toda la obra se ha de hacer por parte del referido maestro en precio y cuenta de 7.000 reales de vellón y no más sin poder pedir mejora alguna a menos de que extra de lo trazado y delineado no se le encargare por el mayordomo que ejecute alguna cosa particular, lo que deberá constar de trato y ajuste que se haga aparte y por nuevo instrumento.
3ª La tercera condición es que el referido Cayetano ha de hacer el tejado del cuerpo de la Ermita de machones y tabla acepilladas y que las soleras y tablas que se han de poner entre ellas y las tablillas entre machón y machón y las tablas han de ir sobrepuestas.
4ª La cuarta condición es que el dicho maestro ha de hacer los tejados de la Capilla y Camarín y también ha de hacer media naranja en la capilla y en el dicho Camarín cielo raso y referida media naranja ha de ser fabricada de yeso y ladrillo tabicado doblado y también ha de jarrear toda la obra por dentro de cal y después blanquearla de yeso.
5ª La quinta condición es que dicho Marín ha de echar cornisa labrada toda la circunferencia de la Ermita y todas las esquinas y las cinco ventanas. Y también la es que el susodicho ha de hacer el arco de la puerta principal y escarzano de piedra labrada, el arco de la capilla: las dos puertas de la sacristía y trono de Nuestra Señora.
6ª La sexta condición es que dicho Cayetano ha de hacer la espadaña según está demostrada en la traza toda de piedra labrada y asimismo componer los tirantes y hacer la mesa de el altar de piedra con su gradilla Y ha de volver a sentar el coro y hacer los morteros.
7ª La séptima condición es que la villa ha de ser obligada a demostrar la ermita y abrir los cimientos y la es también de que si el cimiento pasase de media vara se ha de abonar a dicho Cayetano el exceso.
8ª La octava condición es que las paredes de la Capilla y pared de la espadaña hasta empezar la tronera han de llevar tres pies de grueso. Y las paredes de la ermita fuera de la superficie han de llevar de gruesas dos pies y medio y lo demás según está demostrado en la traza.
9ª La novena condición es que el mayordomo de la Ermita ha de contribuir con toda la clabazón y sogas para los andamios y también lo es que el dicho Cayetano ha de dar cubierta dicha obra en todo el mes de septiembre de este presente año.
10ª La décima condición es que a dicho Cayetano Marín, en atención a ser éste labrador de pan y vino, se le han de dejar de hueco y a su arbitrio dos semanas, la una para las labores de sus viñas y la otra para la recolección de sus mieses y en lo restante del tiempo sin levantar mano.
11ª La undécima condición es que el mayordomo, de los caudales de la Ermita de Nuestra Señora, ha de entregar a dicho maestro los 7.000 reales en cuatro plazos en esta forma: al principio de ella 1.666 reales; a el medio de la construcción de la mitad de la obra la misma cantidad; y al estar en las cornisas los mismos 1.666 reales; y los 2.000 reales restantes a la conclusión de dicha obra.
12ª La duodécima condición es que concluida que sea la obra se ha de nombrar, por parte del mayordomo de la ermita de Nuestra Señora, maestro de obras arquitecto de su satisfacción para que la reconozca muy despacio y vea si está ejecutada con arreglo a dicho diseño traza y condiciones sin faltar en cosa alguna; bien entendido que si el tal maestro declarare que falta alguna cosa se ha de rebajar lo que justipreciare del todo de los 7.000 reales; pero en el caso de que dicho maestro, que así se ha de nombrar para rever y aprobar la obra, considerare que el trabajo de dicho Cayetano Marín vale más, no por esto ha de tenerse opción a pedir cosa alguna porque, desde ahora para entonces, renuncia este derecho el dicho Cayetano a excepción de la demasía del grueso de los cimientos que ya va capitulado.
13ª La decimotercia condición es que los oficiales y peones que, para trabajar la obra, ha de poner el precitado maestro Cayetano Marín se han de surtir precisamente en todo lo que necesiten para sus alimentos de la casa y personas que se destinarán por el mayordomo de la fábrica de Nuestra Señora cargándolo a precios regulares y teniendo cada oficial o peón su carja que se ajustarán mensualmente. Y lo que así importaren dichos alimentos lo ha de recibir el maestro en cuenta y satisfacción de dichos plazos y en cada uno respective lo que como va dicho importaren dichos alimentos de peones y oficiales. Y se advierte que si no fuese a la voluntad de dicho maestro peones y oficiales el surtimiento de todos los víveres y menesteres por cuenta de dicho mayordomo y quisieren hacerlo por la suya esto se entienda como fuere de su agrado.
Bajo de cuyas condiciones, que aquí van puestas y específicas y lo que contiene la demostración de la traza que se dan aquí por repetidas en cuanto no sean contrarias, hacen este ajuste, convenio y seguridad y se obligan, una y otra parte, a su cumplimiento. A saber el dicho Cayetano Marín con su persona y bienes muebles semovientes y raíces y con los de sus herederos y sucesores. Y el expresado Gabriel Alonso como, tal mayordomo de los caudales y fábrica de Nuestra Señora del Vallejo, con los bienes y rentas que al presente tiene dicha fábrica y en adelante adquiriere. Y para que se les compela y apremie a todo ello por todo rigor de derecho, como por sentencia definitiva de juez competente pasada en autoridad de cosa juzgada, dan poder a las Justicias y Jueces que de este negocio conforme a derecho puedan y deban conocer y expecialmente a la Justicia actual, o que en adelante fuere, a cuya jurisdicción y domicilio una y otra parte se someten con renunciación que cada uno hace de su propio fuero y de las leyes, fueros y derechos y privilegios de su favor con la general del derecho en forma Y el dicho Gabriel de Alonso, como tal mayordomo de la fábrica de Nuestra Señora del Vallejo, renuncia los privilegios, fueros y derechos que competen a dicha fábrica. En testimonio de todo lo cual y lo que aquí va relacionado así lo otorgan, una y otra parte, el dicho Cayetano Marín, como tal maestro arquitecto, y el dicho mayordomo de la fábrica, siendo testigos Don Mateo Juanillo, cura párroco de esta villa, Francisco Alonso, Manuel Pastor y Domingo de Blas Cervero, vecinos de esta expresada villa de Alcozar, y los otorgantes a quienes yo el escribano doy fe que conozco. Firman los que saben.
Mateo Juanillo. Gabriel de Alonso. Cayetano Marín. Francisco Alonso. Manuel Pastor. Ante mi: Manuel Agustín Zendones.
III ADOS, Sección Parroquias, Alcozar.
Informe de fray Mateo de Arana, fraile de La Vid
"Para construir la obra que pretenden hacer el Sr. cura, el mayordomo de la parroquia y el pueblo de la villa de Alcozar en la parroquia que llaman de Nuestra Srª del Vallejo, para trasladar a ella la parroquia que al presente se halla en la eminencia de la cuesta entre los dos barrios, se ejecutará su operación conforme a la traza que va junta y acompañada con estas condiciones que adelante se expresan:
Que el maestro arquitecto ejecutor de esta obra del crucero hará con gran cuidado la descripción de la planta de la obra sobre el terreno, según en todo a la de la traza, teniendo presente el albeo que hace dicho terreno para que no falte cimiento cuando llegue a la altura de hacer la elección para el grueso de las paredes, que se han de levantar hasta las cornisas y tejados y para el suelo del templo, que conviene dejar al menos una tercia más alto que la calle, pues por no poner este cuidado, al tiempo de plantear las fábricas de las iglesias, se experimente en la mayoría de ellas, que para entrar hay que bajar algunos pasos, de lo que resulta la lobreguez de las iglesias y humedad continuada de los pisos, sin advertir que es más conveniente subir uno o dos pasos al entrar en los templos que bajar cuatro dedos, por lo que se logra la sanidad del suelo y se evita lo sombrío que hacen dichas iglesias.
Que hecho el ensayo y delineamiento sobre el terreno, se abrirán las zanjas una cuarta más ancho a cada lado para darles más grosor a cada lado a los cimientos hasta la horizontal del suelo y se profundizarán otras zanjas por la parte del mediodía hasta encontrar roca, y por la parte del Norte, todo lo más bajo que sea posible, para que no haya recelo o sospechas de que las inundaciones y golpes de agua que puedan sobrevenir y bajar por el Vallejo, roben, desnuden y transporten la tierra arrimada de los cimientos y resulte hacersen algunos socavones y para evitar todo inconveniente es necesario se ponga todo cuidado en bajar por aquella parte dichos cimientos, como así mismo en donde se encuentre roca dentro de las zanjas.
Abiertas las zanjas y dispuesto el plan de los cimientos en la forma explicada, se dará principio a asentar la piedra con una exquisita mezcla de cal y arena y al mismo tiempo se tendrá presente dejar un desagüe para que las aguas que corren al camino no se estanquen contra la obra, de dos maneras: una forma es abrir en la roca a pico un canal por detrás del presbiterio con el declive necesario para que pare el agua contra la fábrica, y esto es lo más seguro; pero si no fuese suficiente, se hará un acueducto subterráneo por debajo del crucero de piedra labrada cubierta de losas fuertes con sus rejas de hierro a la entrada y salida, de modo que aunque caiga un golpe de agua fuerte en las cuestas, quepa por él, pues de lo contrario se exponen a que se inunde en algún momento el templo.
Levantados los cimientos hasta la altura del suelo y bien nivelado todo, se procederá según lo trazado. Sólo debo advertir la materia y forma de algunas cosas: que por la parte exterior, todo lo que descubre o pueda fácilmente descubrirse con el tiempo, desde los cimientos hasta el talud, toda la obra alrededor se ha de ejecutar con piedra concertada a pico, cincel y escuadra y lo mismo toda la demás piedra sillar, ventanas, esquinas, cornisa y lo restante del intermedio de buena mampostería bien enlazada entre sí y con el sillar y asentada con buena mezcla de cal y arena, bien preparada y por último cogidas con cal las juntas del sillar y un revoco agradable a la mampostería.
Por lo que respecta al interior, se le echará a toda la obra nueva, una hilada de piedra sillar curiosamente labrada, quedando como corresponde y señala la traza, todos los resaltes y movimientos de las pilastras, y esta hilada servirá de zócalo y sobre ella se asentarán las basas de piedra. Todos los demás adornos del interior se harán de yeso, como son las pilastras, capiteles, arquitrabe, friso y cornisa, como asimismo se harán de yeso y ladrillo, las bóvedas, la media naranja a tabique doble con sus recinchos, lengüetas y otros refuerzos que son muy conocidos a los prácticos albañiles, a cuyo fin se debe buscar oficial inteligente y de habilidad conocida que sepa tratar el yeso y perfilar bien las molduras arquitectónicas y dejar los blanqueos, tersos, blancos y bien lavados; y con esta operación de hacer bóvedas y blanqueos se incluyen las dos sacristías; como asimismo, concluida la yesería, se echará a toda la obra nueva y sacristías, un suelo de baldosa de barro cocido con una grada de piedra labrada debajo del arco del presbiterio; se harán cinco mesas de altar con ladrillo y yeso a la romana y cinco tarimas a los pies con marcos de madera y tablones de la sierra de S. Leonardo y dos puertas entrepañadas en las sacristías con todo el herraje necesario, picaportes y cerraduras.
Asimismo se pondrán rejas fuertes y espesas de hierro en las dos ventanas de las sacristías y en la del presbiterio y mejor si se ponen al hacer las paredes. Igualmente se pondrán en todas las ventanas de la obra nueva, altas y bajas, vidrieras y redes de alambre con marcos de hierro como también se dejará un conducto en una de las sacristías, al tiempo que se hacen las paredes, para sumidero del aguamanil y poner una taza de piedra y un calderillo u otra cosa decente que vierta el agua para lavarse el sacerdote.
Antes de dar principio a todos los adornos explicados del interior, conviene que luego que se concluyan las paredes y estén puestas las cornisas, se hagan los tejados, a cuyo fin se pondrán las soleras de la marca de machón de cuarta y sesma sobre los unidillos acostumbrados. Asimismo se pondrán en todos los ángulos salientes, cuadrales de madera sana y robusta. Los cabríos se pondrán de la marca de machón de cuarta y sesma y sobre éstos la tabla que llaman de segen y toda la tabla y madera se traerán de la sierra de S. Leonardo.
Bajo este concepto se obrará en dichos tejados, colocando cada género y pieza en sus respectivos lugares, dándoles el declive correspondiente para el buen expediente de las aguas, teniendo presente que después de hechos los cortes con la debida inteligencia y arte en la madera, que no se ande escaso el clavo de todo género, grande mediano y pequeño y aplicando cada género dónde y como corresponda. Por último se asentará la teja con algo de barro.
Igualmente se colocarán en la nueva obra, los retablos que el Sr. cura eligiese o tuviese por conveniente y para quitar todo inconveniente de disputas v recelos, es más acertado que el Sr. cura, mayordomo y maestro de obra, discutan cuantas dificultades se les ocurran, y si advierten que se ha pasado por alto alguna cosa sustancial en estas condiciones, la aclaren antes de otorgar la escritura, pues son tantas las menudencias que se descubren al tiempo de ejecutar una obra, que si se hubiesen de referir todas, sería necesario un volumen muy abultado.
Después de concluida la obra nueva, hay que hacer un cerramiento entre nuevo y viejo, el cual se hará atravesando una viga desde unos dentellones a los otros de la obra, a la altura de las paredes antiguas y cerrar después con piedra y cal. Asimismo hay que desmontar la espadaña y la pared del Poniente que está debajo de ella y algo más hacia el altar de la ermita para que quepa el nuevo crucero y una bóveda, que es obligación del maestro que haga la obra.
No soy de parecer que por ahora se haga novedad en la puerta de la ermita que hoy tiene, sino que se sirvan de ella conforme está. Del mismo modo, tampoco soy de parecer que se haga nueva espadaña, porque en el caso de hacerla se había de colocar sobre las paredes que al presente tiene dicha ermita y éstas, concluida la obra nueva, quedarán casi con veinte pies más bajo y cuando la iglesia tenga caudal, las querrán levantar o hacerlas con igual simetría que la nave del nuevo crucero, por lo que resultará tenerla que deshacer y el dinero malgastado. Por esta razón, mi parecer es que por ahora se haga una garita sobre la bóveda o media naranja y paredes de la capilla que al presente tiene dicha ermita, echando unas soleras de madera sobre las paredes y sobre éstas unas vigas y hacer un suelo sano y seguro y cerrar con postes y tapialejo con piedra y cal, dejando unas ventanas muy capaces para que se extienda el sonido de las campanas a ambos barrios y colocar en ella las campanas y para el uso se hará una escalera por dentro de la capilla rompiendo la bóveda cuanto sea necesario para subir y bajar una persona.
Que concluida la obra principal, se hará un antemuro o barbacana a la parte del Norte, desviada como doce o catorce pies del brazo del Crucero y a proporción de las otras paredes, de modo que quede un espacio razonable para las procesiones; ésta se fabricará de mampostería común y buena mezcla de cal y arena, asegurando bien los cimientos, con el grosor de tres pies y medio hasta la mitad de la altura y desde allí hasta igualar con el camino, se le dará tres pies de grueso y su largo será algo mayor que la iglesia, a un lado y a otro como quince pies.
La cantidad y el debido precio de esta obra es de 44.000 reales de vellón, bajo el debido juicio de ser construida y a toda ley perfectamente bien ejecutada. Prevengo que esta obra se puede hacer con corta diferencia, hacia el lado del Oriente, dejando la espadaña conforme esta y deshaciendo la capilla y la sacristía y quitando un pedazo del terreno hacia la parte de las eras para ensanchar el camino. Este es mi juicio y para que conste donde convenga, lo firmo en este Convento de La Vid a trece días del mes de Abril de mil setecientos noventa y dos".
Matheo de Arana.
BIBLIOGRAFÍA:
JANARIZ, Damián: "Historia de las Imágenes y Santuarios de la Santísima Virgen en la diócesis de Osma", inédito.
ORTEGO FRÍAS, Teógenes: "Alcozar, la iglesia de San Esteban ruina histórico-artística de la villa", en Celtiberia, 70 (1985) 331-340.
© Javier del Amo Ramírez y José Vicente de Frías Balsa
Publicado en Celtibería, nº 89, Centro de Estudios Sorianos, Soria, 1995, bajo el título "La ermita de Nuestra Señora del Vallejo, hoy iglesia parroquial de Alcozar".
Además, han recogido el legado de sus antepasados en cuatro museos:
Museo Textil, inaugurado en el 2000 tras rehabilitar el antiguo lavadero público
Museo Casa Rural, sito en la antigua vivienda de la maestra e inaugurado en 1995.
Fragua, restaurada en 2010.
Lagar y bodega, restaurados en 2012.
- Museo Textil
Situado en los antiguos lavaderos del pueblo, con tejidos, ropas y materiales textiles y utensilios y herramientas relacionados.
- Museo Casa Rural
Ubicado en las antiguas escuelas, donde se ha recreado la cocina, el dormitorio y la escuela de los años 60 con todos los utensilios que se utilizaban.
- La Fragua
Espacio que recrea una antigua fragua, con el fuelle y todos los elementos del oficio.
-
Lagar Grande
Donde hasta hace poco todavía se hacía vino.
Las Fiestas Patronales
Las fiestas patronales de Alcozar se celebran el 12 y 13 de Agosto en honor a Nuestra Señora la Virgen del Vallejo.
Otros días de celebración son la Semana Santa con precesiones y el vía crucis; el día de la Cruz, a principios del mes de mayo, fecha en la que se procede a la bendición de campos con procesión de la Virgen del Vallejo; el día 15 de mayo, San Isidro, patrón de los agricultores, día en que se saca al santo en procesión y el día del Pilar, el 12 de octubre, en el que, también, se saca a la Virgen.
Rutas turísticas
- Ruta del Románico Soriano
- Ruta del Camino del Cid: Etapa 7 dentro de la Ruta El Destierro: Alcubilla de Avellaneda – Langa de Duero
- Distancia: 21,9 km
- Caminantes: 5 horas 30 minutos
- Dificultad: baja
- Poblaciones: Alcubilla de Avellaneda, Zayas de Torre, Alcozar, Langa de Duero
- Camino del Cid Alcozar-Zayas de Torre: 6,8 km
- Caminos y sendas (Por por Sixto Aparicio Pastor (2004)
NORTE:
CARRABOCIGAS |
CARRAPEÑARANDA |
CARRAZAYAS |
CAMINO DE LA MATA |
CAMINO DE PORQUERA |
CAMINO DE FUENTERRERO |
CAMINO DE LA PIEJOSA |
CAMINO DE LA TEJERA |
CAMINO DE MATORRERO |
CAMINO DE CERRILLO LABRAO |
CAMINO DE CERROLACABAÑA |
CAMINO DE LOS PLANTELES |
CAMINO DEL CORREO |
CAMINO REAL |
CAMINO DEL YUSTAL |
CAMINO DE VENTANILLAS |
CAMINO DE CERROMESILLA |
CAMINO DE LA MINA |
SUR:
CARRAVELILLA |
CAMINO TRASPEÑALBA |
CAMINO DE LOS ALTOS |
CAMINO DE LAS CÁRCAMAS |
CAMINO DE VALDELACALERA |
CAMINO DE VALDEPERALES |
SENDA DEL CASTILLO |
SUBIDA A MACERÓN |
ESTE:
CARRALIGOS |
CARRARREJAS |
CAMINO DEL BURGO |
CAMINO DE SAN ESTEBAN |
CAMINO FUENTERRUBIALES |
|
OESTE:
NUEVA CARRETERA |
CAMINO VEGA DE ARRIBA |
CAMINO VEGA DE ABAJO |
CAMINO DEL SOTO |
CARRADUERO |
CARRALANGA |
CAMINO PORTILLO LANGA |
CARRALVAL |
CAMINO TALAMANQUILLA |
CAMINO DE BARDIL |
CAMINO DE LOS HORCAJOS |
CARRETERA FÁBRICA DE HARINAS |
SENDA DEL MOJÓN |
SENDA DE LOS BARRANCOS |
Nota: dentro de La Vega hay muchos caminos secundarios para el servicio de las fincas.
Vivir en Alcozar
Del artículo de Montse Martínez Barba y de Pedro Aparicio de Andrés, de 1994, "El pueblo: La plaza, el barrio de arriba y el barrio de abajo", se puede elaborar una idea bastante próxima a la realidad del modo y del estilo del vida de la gente en Alcozar a lo largo del pasado siglo XX, que antes de 1960 no debía distar mucho del modo y estilo de vida durante muchos siglos en épocas anteriores pudiéndose remontar a tiempos antiguos o medievales.
Puede sonar a frase hecha, pero Alcozar tiene algo especial. Quizá tenga mucho que ver las elevaciones naturales que la rodean y protegen y que parecen trasladar al viajero, ya utilice la carretera o el sendero, a un lugar anclado en el tiempo, donde las casas parecen emerger de la misma tierra, costradas sobre una loma, por efecto óptico del color rojizo del terreno arcilloso y las construcciones de adobe, muy numerosas todavía. No cuesta esfuerzo imaginarse Alcozar siglos atrás, observada por las ruinas de la ermita románica y la torre del reloj, enclavadas en sendas elevaciones contiguas.
El pueblo de Alcozar, hoy dedicado a la agricultura, nació como lógica extensión del fortín o torre militar construido durante el siglo X. De esa fortificación, de la que nos han llegado numerosas referencias documentales, no queda nada, pero por la disposición del pueblo todo indica que pudo enclavarse en el cerro Macerón.
La subida al pueblo nos conduce, tras pasar por la iglesia de San Esteban, hasta la plaza parcialmente soportalada, que aún conserva algún ejemplo de arquitectura tradicional. Una de las casas, la de la maestra, se ha habilitado con fines etnográficos, recreando una casa con la cocina, despensa, la alcoba y una biblioteca-escuela.
La subida a la plaza se hace por la larga calle principal: la forma de Alcozar es alargada, como si fuera un pueblo construido a pie de un camino que uniera la Castilla del norte con la ribera del Duero. Pero nuestro destino principal se halla más arriba, en el punto más alto del pueblo, a 994 metros: la ermita románica de Nuestra Señora de la Virgen del Vallejo, hoy en ruinas, aunque afortunadamente consolidada.
Como ya se ha mencionado, la ermita, antigua iglesia del pueblo, fue construida en la primera mitad del siglo XII y poseía una galería porticada orientada al norte, cegada durante las importantes reformas que se produjeron en los siglos XVII y XVIII. Es de nave única y ábside semicircular. En el ábside pueden verse algunos canecillos historiados. Uno de ellos representa a un músico, que toca un instrumento parecido a una gaita. En su interior se conservan varios capiteles labrados donde se percibe la influencia silense, monasterio del que Alcozar fue dependiente hasta mediado el siglo XII.
En el promontorio contiguo se alza la torre-reloj que en la lejanía se asemeja a un castillo. Lo cierto es que su construcción data de 1895, aunque al parecer fue construido con las piedras del castillo o torre militar hoy desaparecido.
Además, aunque sea un poco costoso por la pendiente, resultan muy atractivas as vistas desde la ermita y la torre del reloj. Aunque la subida es muy empinada, las vistas, mires a donde mires, son sorprendentes y muy explicativas de su importancia geoestratégica durante el siglo X y principios del siglo XI. No te costará imaginar, en cualquiera de esos puntos distantes el choque entre los hombres del conde García Fernández y el destacamento musulmán que hacen famosa a esta localidad. Atardeceres espectaculares asegurados.
En Alcozar la vida se desarrolla a lo largo de una calle principal que recorre el pueblo de un extremo a otro. A los alcozareños no les ha gustado nunca vivir aislados; prefieren habitar en una comunidad compacta.
La disposición del pueblo es la típica de los núcleos de población nacidos en la Edad Media al amparo de un castillo o atalaya de defensa, y de esta época data también la plaza porticada -"saportales"[1] cuyos restos se conservan alrededor del frontón.
La iglesia parroquial está situada en el centro de la calle principal y la plaza en su parte Norte.
En la plaza se encuentra el ayuntamiento o "Casa de Villa", construido en 1898 en base a un presupuesto de 17.264'64 pesetas elaborado en el año 1893, y que, al parecer, se inauguró en 1900. Constituye la mayor edificación de la aldea. Consta de tres amplios pisos. En la planta baja se hallaban las escuelas y el pósito o granero municipal. Actualmente estas dependencias se utilizan: la escuela de niños como "peña"; la de las niñas como tienda de ultramarinos; y el granero como almacén de bebidas.
Nunca se desarrolló una verdadera actividad en la plaza. Tampoco fue un lugar de reuniones. Sólo las tardes de domingo o días festivos era ocupada por los jóvenes que jugaban a la pelota en el frontón[2]. También fue utilizada como espacio de recreo de los escolares, pero éstos, concluidas las horas lectivas, preferían jugar en su propio barrio.
En el primer piso del ayuntamiento están ubicadas las secretarías del ayuntamiento y de la Hermandad de Labradores y Ganaderos, que perdieron su finalidad cuando en 1961 Alcozar fue anexionado a Langa en calidad de barrio. La vivienda destinada al secretario se halla también en este piso, y está deshabitada desde 1962. Y, por último, el salón de actos que utilizaba el ayuntamiento para las reuniones y asambleas del concejo municipal. A él concurrían los varones cabeza de familia cuando eran avisados mediante pregón con toque de corneta del alguacil[3] a "oír órdenes". Y en tiempos pasados también se utilizó este salón para proyectar alguna película de cine mudo que se encargaban de hacer llegar al pueblo los miembros de la Sección Femenina o algún titiritero ambulante.
El local era prestado a las compañías de titiriteros o húngaros que llegaban a la aldea con sus carromatos y una cabra, una mona y un asno, y que intentaban divertir a los campesinos durante algunas noches.
Este salón de actos fue habilitado en 1966 como Tele-Club. En él se había instalado el año anterior un televisor y, como en aquellos tiempos pocos vecinos poseían su propia televisión, el local quedaba abarrotado de gente cuando se retransmitía algún partido de fútbol, alguna corrida de toros o los primeros programas musicales en los que las cantantes aparecían "ligeras de ropa".
En el tercer piso del edificio se encuentran las viviendas de los maestros, y en las inmediaciones de la plaza la casa del sacerdote con el despacho parroquial y la del médico con una pequeña sala de consultas.
Todas estas viviendas han dejado de cumplir las funciones para las que fueron edificadas. Las casas de los maestros permanecen deshabitadas, la del sacerdote ha sido alquilada, y en la del médico se conserva la consulta y se ha habilitado una sala para el teléfono público.
Volviendo a la plaza diremos que ésta sólo cumplió verdaderas funciones de plaza mayor durante las fiestas patronales que se celebraban el día del Corpus y el del Pilar, y que han sido trasladadas al quince de agosto por ser esa fecha la de mayor afluencia de "hijos del pueblo" emigrados.
A escasos metros de la plaza, en un cerrete plano que se denomina Pico de la Horca[4], debió estar enclavada durante el Medievo la picota de ajusticiamiento, donde sin duda fue ahorcado más de un inocente.
Existe otra zona dentro de la plaza -denominada "El Fuerte"- cuyo significado y antigua función no hemos sido capaces de descubrir.
A pesar de que las escasas calles de la aldea, dada su dimensión y, sobre todo, su trazado parcelario, tienen cada una un nombre específico —Real, La Fragua, Angosta, Camarero, etc.— los alcozareños, en sus conversaciones cotidianas, sólo suelen distinguir entre "el barrio de arriba" y "el barrio de abajo", señalando el límite entre ambos la iglesia parroquial.
Aunque las autoridades civiles y eclesiásticas —cuando las hubo— vivían en el barrio de arriba, se ha considerado el barrio de abajo como más liberal y receptivo a las innovaciones. Incluso hoy, es esta parte de la aldea la que cuenta con mayor número de electrodomésticos y donde las mujeres se atavían con una indumentaria más actualizada.
No hemos encontrado explicación al hecho mencionado, pues las familias denominadas "pudientes" viven y han vivido indistintamente en el uno o el otro barrio y, por lo tanto, no se puede considerar la posición económica como elemento explicativo. Lo cierto es que ya a finales de los años cincuenta las jóvenes del barrio de abajo acudían a las peluquerías de San Esteban de Gormaz con mayor frecuencia; seguían y se preocupaban por la moda en el vestir y estaban al día en lo que a canciones y cantantes se refiere.
Según algunos estudiosos del tema esta dualidad entre barrios se debe al establecimiento en épocas remotas de un cacique en cada uno de ellos. Estos caciques encontraban sus "clientes" entre las familias que vivían a su alrededor y éstas, en pago por los servicios que el cacique podía prestar en un momento determinado —predominantemente anticipos en dinero— se veían obligadas a adoptar la "ideología" de a quien servían o de quien dependían. De cualquier forma, no se puede asegurar que fuera esta la causa de la dualidad existente en Alcozar.
Nos resulta más lógico aventurar la teoría de que el barrio de abajo debe su relativo progresismo a su situación dentro del casco urbano. Este barrio está ubicado en la entrada del pueblo y, por tanto, puede ser el primero en recibir las innovaciones que llegan del exterior.
La estructura del pueblo es compacta. Las casas están construidas unas junto a otras —con tabique medianil de separación— y se alinean a lo largo de la calle que ya se ha mencionado. Sólo un pequeño grupo de viviendas fueron edificadas de forma aislada —las de la calle Angosta— y aun estas se encuentran a escasa distancia las unas de las otras. Y, cuando tras las oleadas de emigración, quedaron deshabitadas muchas viviendas, las familias que vivían en calles apartadas aprovecharon la oportunidad para trasladarse a zonas más concurridas.
No ha existido discriminación social por motivos económicos. Los alcozareños, cuando se agrupaban, lo hacían exclusivamente por razones de sexo y edad.
Esta rivalidad entre barrios está tendiendo a desaparecer al no quedar en la aldea niños o jóvenes que puedan fomentarla. Y ya no se oye aquello de: "los del barrio arriba, patas arriba; los del barrio abajo, patas abajo" que canturreaban los escolares.
[1] Localismo empleado en lugar de soportales.
[2] En Alcozar se denomina "juegopelota".
[3] Se suele denominar "aguacil".
[4] Los alcozareños lo conocen por "Pico l'Horca".
La Asociación de Alcozar nos proporciona el siguiente texto complementario del anterior:
"En el primer piso del ayuntamiento están ubicadas las secretarías del ayuntamiento y de la Hermandad de Labradores y Ganaderos, que perdieron su finalidad cuando en 1961 Alcozar fue anexionado a Langa en calidad de barrio. La vivienda destinada al secretario se halla también en este piso, y está deshabitada desde 1962. Y, por último, el salón de actos que utilizaba el ayuntamiento para las reuniones y asambleas del concejo municipal.
Este salón de actos fue habilitado en 1966 como Tele-Club.
En el tercer piso del edificio se encuentran las viviendas de los maestros.
Todas estas viviendas han dejado de cumplir las funciones para las que fueron edificadas. Las casas de los maestros permanecen deshabitadas, la del sacerdote ha sido alquilada, y en la del médico se conserva la consulta y se ha habilitado una sala para el teléfono público."
[Datos tomados de un escrito fechado en 1994, según la asociación]
"Destino actual de estos locales del antiguo Ayuntamiento:
Planta baja izquierda: Peña y lavabo
Planta baja derecha: salón de reuniones y eventos, y local de pernocta para peregrinos del Camino del Cid.
1ª planta - antigua secretarías
1ª planta - secretario de la Hermandad
1ª planta - salón de actos
1ª planta - casa del secretario (utilizada parcialmente por la Asociación Alcozar para exposiciones)
2ª planta - casa de la maestra. Actual Museo Casa Rural.
2ª planta - casa del maestro (utilizada como almacén del Museo Casa Rural)"
La Asociación Alcozar
La Asociación Alcozar fue fundada en 1998. Es una entidad cultural y deportiva sin ánimo de lucro, y tomó a su cargo las actividades que, desde 1994, venía desarrollando el Comité Organizador del Milenio de Piedra Sillada.
La sede de la Asociación Alcozar se encuentra en la antigua casa de la maestra, en lo que fuera el Ayuntamiento de Alcozar.
La Asociación de Alcozar, precisamente, tiene, entre otros, los siguientes fines fijados en sus estatutos:
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Recuperar el patrimonio histórico, artístico y cultural de Alcozar.
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Promover, recuperar y dar a conocer las tradiciones y costumbres de Alcozar.
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Fomentar la cultura, la convivencia y la participación.
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Proteger el medio ambiente,
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Defender los intereses de Alcozar.
Más información
Asociación de Alcozar
Plaza Garci Fernández, s/n
42320 Alcozar (Soria)
correos: cultura@alcozar.net y asociacionalcozar@gmail.com
portal: www.alcozar.net
Divina Aparicio en sorianitelaimaginas.com
Ayuntamiento de Langa de Duero
Calle Real, 15 42320 (Ayto. de Langa de Duero)
Teléfono: 975 353 001 (Ayto. de Langa de Duero)
Correo electrónico: langadeduero@dipsoria.es
Web: www.langadeduero.es