La población residente en Castilla y León a 1 de enero de 2023 se situó en 2.380.149 habitantes, lo que supone un ligero aumento del 0,32% respecto a la misma fecha de 2022 (2.372.640 habitantes), habiendo experimentado un crecimiento, en términos absolutos, de 7.509 ciudadanos; frente a una subida en el conjunto nacional del 1,15%, hasta los 48.022.515 millones de ciudadanos, habiendo crecido en términos absolutos 547.095habitantes.

Estas cifras han sido publicadas por España, a través del Instituto Nacional de Estadística (INE), el pasado día 13 de diciembre de 2023 en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Los datos indican que a 1 de enero de 2023, vivían en la Comunidad, 1.171.003 hombres y 1.209.146 mujeres, tal como se puede observar en la siguiente tabla:

Por grupos quinquenales de edad, cabe destacar que los dos primeros, de cero a cuatro años (72.130) y de cinco a nueve (91.378) se redujeron un 1,7 y un 1,6%, respectivamente; mientras que en extremo opuesto, los de 100 o más años (1.707), fue el que más aumentó, un 12,7%, lo que refleja con nitidez el envejecimiento poblacional que sufre la región y su pirámide demográfica invertida. Lo más llamativo es que los ciudadanos de 65 o más años sumaron 631.136 personas, crecieron un 1,4% e incorporaron a 9.118 efectivos. Es decir, ya suponen el 26,4%. El grupo quinquenal más numeroso fue el de entre 55 y 59 años, con 192.855 individuos, que creció un 0,4%.

Por provincias, los resultados son heterogéneos, seis con aumentos de población, y tres con retrocesos. Las peor paradas fueron Zamora, que inició 2023, con 166.366 habitantes, un 0,51% menos que en 2022, con la pérdida de 849 individuos, la de mayor pérdida relativa en el conjunto nacional junto a Jaén.

En el oeste de la comunidad, también perdió población León, que a 1 de enero de este año tenía 447.463 ciudadanos, un 0,16% (716 menos) por debajo del dato de un año antes. La otra provincia que redujo su población fue Palencia, 157.752 habitantes, con una bajada igualmente del 0,16% (perdió 256 personas).

En el extremo opuesto, Soria fue la provincia que ganó más habitantes en términos porcentuales, un 1,25%, sumó 1.105 y llegó al comienzo de 2023, con 89.482. Asimismo, la población en Segovia, 155.258 personas, se elevó un 0,95%, con 1.405 individuos más. En Burgos se contabilizaron 357.180 habitantes, un 0,60% más (2.135 en términos absolutos); y en Valladolid, 521.071, con un aumento del 0,60% (3.096 personas más). Por último, Ávila, con 158.407 personas, incorporó a 216 habitantes, un 0,17%; y Salamanca, con 327.170, a 1.272, con un incremento del 0,39%.

Está claro que las provincias del Norte de Castilla y León, excepto Burgos, continúa perdiendo efectivos demográficos, a diferencia que las provincias del Sur que recuperan población, aunque sea muy lentamente y con muy pocos efectivos. 

Señor Fernández Mañueco, señores procuradores regionales, señores responsables públicos ¿hasta cuándo van a permitir, no la atonía que diría el profesor García Fernández, geógrafo de referencia en Castilla y León y a nivel nacional, sino este descenso vertiginoso y peligrosísimo para la supervivencia de Castilla y León. Basta ya de políticos cortoplacistas y profesionales de la Política que solamente piensan en sus intereses personales o partidistas. Basta ya de grupúsculos y lobbys que lo que buscan es el estancamiento para seguir medrando y controlando la región y los municipios. ¡Basta ya! Castilla y León merece recuperar el terreno perdido. Que venga de nuevo la repoblación. Tenemos un modelo que aunque sea medieval fue eficaz y eficiente y consiguió que Castilla fuera el reino más poderoso del Planeta.

A continuación, se pueden observar estos datos y otros más desagregados en el siguiente anexo estadístico: