La vendimia de los desafíos. A la hora de definir cómo ha sido la vendimia de 2024 es relevante destacar los constantes retos que ha supuesto y que la Denominación de Origen Ribera del Duero ha conseguido superar con éxito. Entre el 28 de agosto y el pasado 4 de noviembre han tenido lugar 68 días de una intensa actividad vinícola, marcada por una de las temporadas primaverales más adversas en la memoria reciente. Y es que esta temporada de vendimia se ha enfrentado a condiciones climáticas extremas que han puesto a prueba la resistencia tanto de las viñas como de los viticultores.
Este año, la cosecha experimentó una reducción significativa del 18,8% en cuanto a volumen de recolección en comparación con 2023, registrando un total de 95.496.603 kilos de uva. De esta cantidad, el 99,35% corresponde a variedades de uva tinta y el restante 0,65% a uva blanca. Un total de 5.047 viticultores con 26.658 hectáreas inscritas han sido los protagonistas de esta vendimia.
En cuanto a las técnicas de recolección, la vendimia manual continuó siendo la opción predominante, empleándose en el 68,85% de los viñedos, garantizando así la precisión en la selección de racimos y manteniendo una calidad inigualable en todo el proceso. El empleo de técnicas de vendimia mecanizada cubrió sólo el 31,15% de la superficie total, lo que subraya el compromiso de la región con prácticas de recolección que priorizan la calidad.
Una vez más, la tecnología ha sido un aliado fundamental en esta vendimia gracias a la implementación de la aplicación WebBacchus, una innovadora plataforma desarrollada por el Consejo Regulador de Ribera del Duero. Esta herramienta pionera ha brindado un apoyo esencial a los equipos de certificación y a los técnicos, facilitando la supervisión y reafirmando la calidad en cada fase del proceso. Además, la constante presencia de personal especializado en el campo -como aforadores, auxiliares de campaña, coordinadores y auditores- ha sido clave para garantizar que cada etapa de la vendimia se ajuste a los rigurosos estándares de calidad de la Denominación de Origen.
El clima, un desafío constante para la vendimia
La cosecha 2024 se ha desarrollado bajo unas difíciles condiciones desde el punto de vista climatológico ya que, a las habituales heladas en Ribera del Duero y los episodios de granizo que tuvieron lugar durante la primavera, y que afectaron de manera desigual a los viñedos situados en toda la zona geográfica de la denominación de origen, le han seguido abundantes precipitaciones y marcadas variaciones térmicas sufridas en plena vendimia durante los meses de septiembre y octubre.
Estas condiciones extremas impactaron desde la etapa de floración hasta la maduración final, desafiando a las viñas en cada momento del proceso. Sin embargo, paradójicamente, estos mismos factores climáticos también han jugado un papel crucial en el desarrollo de uvas de alta calidad, las cuales prometen transformarse en vinos excepcionales.
La vendimia de 2024 comenzó el 28 de agosto y se extendió hasta el 4 de noviembre, enfrentando un periodo repleto de desafíos climáticos sin precedentes
A pesar de ser una de las cosechas más exigentes, se lograron los equilibrios de maduración necesarios, dando como resultado uvas de una alta calidad
A pesar de las adversidades, la capacidad de adaptación demostrada por los viticultores y las bodegas ha sido destacable, logrando ajustar los tiempos de cosecha para aprovechar las mejores condiciones posibles y obtener racimos en su punto óptimo de madurez. “Este manejo estratégico no solo ha compensado la reducción en el volumen de la cosecha, sino que también propició un equilibrio ideal en los procesos de maduración alcohólica y fenólica, asegurando la sanidad y la integridad de las uvas. El resultado anticipado es una añada que destaca por su complejidad y profundidad, reflejando la resiliencia y el ingenio de Ribera del Duero al convertir los retos climáticos en vinos de alta calidad”, asegura Alberto Tobes, responsable de Viticultura y Enología del Consejo Regulador de la D.O. Ribera del Duero.
Una añada caracterizada por su frescura, elegancia y complejidad.
La cosecha de 2024 promete una paleta de vinos blancos y rosados vibrantes, caracterizados por su intensa aromaticidad y frescura, mientras que los tintos se revelarán con una estructura elegante y una complejidad matizada. Enrique Pascual, presidente de la D.O. Ribera del Duero, reflexiona sobre la temporada con optimismo: “La gran heterogeneidad de suelos, la orografía, la altitud y la orientación de nuestros viñedos, unido al buen saber hacer de nuestros bodegueros, tendrán su reflejo en los vinos de la añada 2024 que se elaboren y que salgan al mercado mostrando la diversidad, la complejidad y gran calidad de aquellos”.
La vendimia de este año no solo ha consolidado la dedicación a la calidad y la innovación, sino que además ha destacado la resiliencia y maestría de Ribera del Duero para superar los retos naturales. Estos esfuerzos subrayan el compromiso inquebrantable de la región con la excelencia, reafirmando su posición como una de las denominaciones de origen más emblemáticas y singulares del mundo.
Tim Atkin elogia la evolución y excelencia de la DO Ribera del Duero en su nuevo informe especial 2024
El prestigioso crítico, periodista y experto en vinos Tim Atkin MW ha vuelto a quedar impresionado por la evolución que está experimentando nuestra región vitivinícola, la excelencia, saber hacer, historia, armonía y, también, por los retos que, añada tras añada, envuelven a la Denominación de Origen Ribera del Duero. En su sexta visita a la región, con motivo de la publicación de su nuevo Informe Especial ‘Ribera del Duero 2024’, Atkin considera que se trata de su “mejor y más completo resumen hasta la fecha”, en el que nuevamente saca a relucir su Top 100 de Ribera del Duero.
“Ribera del Duero ha sabido reinventarse durante las últimas cuatro décadas. Actualmente, elabora vinos mucho mejores y más diversos que en ningún otro momento de su historia”, considera el crítico británico. “Cada año me encuentro con productores y proyectos nuevos, muchos de ellos dirigidos por jóvenes enólogos, y a menudo con raíces familiares en la zona. Sin duda, Ribera del Duero es un lugar apasionante sobre el que escribir ahora mismo”, asegura el MW, quien se ha visto sorprendido por el gran interés generacional que experimenta la región en estos momentos.
Así, su pasión por Ribera del Duero le ha empujado a disfrutar, en esta sexta ocasión, de un total de 551 vinos tintos, blancos y rosados pertenecientes a 173 bodegas de la D.O. Un viaje de 13 días en el que también ha habido lugar para conocer de cerca detalles exclusivos de la zona y su climatología, así como del propio proceso de producción. Además, y como ya viene siendo tradición de la mano de Tim Atkin, también hubo tiempo para conocer de cerca historias y percepciones de la mano de bodegueros de la denominación.
En la sexta visita de Tim Atkin a Ribera del Duero, el crítico, periodista y experto en vinos tuvo la oportunidad de degustar un total de 551 vinos tintos, blancos y rosados pertenecientes a 173 bodegas de la DO
En total, 100 vinos obtuvieron una calificación de 94 puntos o más; cuatro de ellos 97 puntos; uno con una calificación de 98 puntos; y, uno de ellos, con la máxima puntuación de 100
La calidad constante como sello distintivo de Ribera del Duero
No obstante, entre los 551 vinos catados por el MW, en total fueron 100 los que obtuvieron una calificación de 94 puntos o más; cuatro de ellos con un total de 97 puntos; uno que logró alcanzar los 98 puntos; y uno con un total de 100 puntos. Un ranking que, según el propio Atkin, incluye “récord de blancos y claretes, así como algunos de los mejores tintos, sobre todo de las añadas de cinco estrellas de los años 2019 y 2021”. Aunque, por supuesto, también hay cabida para“vinos a precios asequibles” y “nuevos y apasionantes descubrimientos”.
Pero si hay algo que parece marcar las visitas del MW es “lo diferente que puede llegar a ser una temporada de cultivo de otra. La añada 2024 ha sido otra montaña rusa”, afirma, “marcada por heladas, granizo y mucha lluvia. No cabe duda de que el cambio climático es un reto constante, por lo que el hecho de tener que vendimiar antes, debido a este tipo de contratiempos, no tiene por qué ser necesariamente malo”. Cambios que repercuten en la producción y que, por supuesto, se traducen en nuevas características para sus tintos, blancos y rosados. Aunque para Atkin parece quedar claro:“Hoy en día, Ribera del Duero produce mejores vinos de forma constante que hace una década”.
“El nuevo informe de Tim Atkin no sólo avala el trabajo incansable de nuestros viticultores y bodegueros, sino que también refleja el espíritu de innovación y la tradición que define a nuestra denominación y que está marcando la evolución de nuestra región vitivinícola. Además, Ribera del Duero se ha consolidado como una denominación de origen con una proyección internacional única. Nuestros vinos no solo destacan por su calidad, sino también por su capacidad de conectar con consumidores de todo el mundo, llevando la esencia de nuestra tierra a las mesas de los cinco continentes”, resalta Enrique Pascual, Presidente de la D.O. Ribera del Duero.