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Castilla y León utilizará los fondos europeos para la reconstrucción de sus humedales

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El pasado día 2 de febrero, se celebró el Día Mundial de los Humedales, en conmemoración de la firma del Convenio sobre los Humedales, en la ciudad iraní de Ramsar, a orillas del mar Caspio, en 1971. En el marco financiero de los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (Next Generation EU), la conservación de los ecosistemas mediante restauraciones ecológicas en Castilla y León, entre ellos los humedales, será un eje prioritario para la ejecución de este plan presentado por la Junta a estos fondos comunitarios. La puesta en marcha de un programa de seguimiento de aves acuáticas permitirá mejorar el conocimiento y valoración de los humedales castellanos y leoneses.

 

El 2 de febrero se celebra cada año el Día Mundial de los Humedales. El objetivo de esta iniciativa es visibilizar y crear conciencia acerca del valor de los humedales para la humanidad y el planeta. Con este fin, cada año se selecciona un lema que ayuda a centrar la atención en alguno de sus valores y funciones esenciales.

 

El lema escogido para el Día Mundial de los Humedales 2021 es: “Los humedales y el agua”, habiendo sido seleccionado para llamar la atención sobre la necesidad de hacer un uso sostenible del agua como factor clave para la conservación de los humedales, destacando la contribución de estos ecosistemas a la cantidad y calidad del agua dulce en nuestro planeta.

 

Los humedales son vitales para la vida. Se trata de uno de los entornos más productivos del mundo, alojan una importantísima diversidad biológica, y proporcionan el agua y los recursos de los que dependen innumerables especies de plantas y animales para sobrevivir y prosperar, además de ayudarnos a prevenir y adaptarnos al evidente cambio climático.

Nuevo instrumento financiero europeo para la conservación y restauración de humedales

En el marco de los fondos europeos de nueva generación (nuevo instrumento financiero Next Generation EU) se prevé una inversión de 1.167 millones de euros para la conservación de los ecosistemas mediante restauraciones ecológicas, de los que 740,5 millones de euros serán destinados a las comunidades autónomas, con un criterio de reparto basado en la superficie forestal y la superficie de espacios naturales protegidos y Red Natura 2000.

 

En este reparto territorial, Castilla y León es la comunidad autónoma más beneficiada, recibiendo 128 millones de euros (el 17,3 %). Dentro de las actuaciones planteadas en este nuevo programa europeo por parte de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, la recuperación de humedales desecados y la conservación y mejora de humedales de importancia internacional para las aves acuáticas (RAMSAR), así como de las turberas de alta montaña, son un elemento clave en las propuestas de restauración de ecosistemas.

Seguimientos mensuales de aves acuáticas

El Plan de Monitorización del Estado de Conservación de la Biodiversidad en Castilla y León aborda principalmente la propuesta del seguimiento y evaluación de los hábitats de interés comunitario y las especies incluidas en el anexo I de la Directiva Aves, anexos II, IV y V de la Directiva Hábitats, el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. El número total de especies objeto de seguimiento se sitúa en 323 taxones de fauna en Castilla y León, lo que da idea de la magnitud del programa regional de seguimiento de fauna protegida.

 

En el marco de este programa de seguimiento están incluidos distintos programas de monitorización de las aves acuáticas presentes en la comunidad, como son el censo anual de aves acuáticas invernantes, el seguimiento mensual de la comunidad de aves acuáticas migradoras en algunos de los humedales más significativos de Castilla y León y el censo anual de las distintas especies de garzas reproductoras en Castilla y León.

 

Estos estudios son una herramienta clave para conocer la evolución del estado de conservación de las zonas húmedas y sus valores naturales, sirviendo a su vez como indicadores de su estado de conservación.

 

Mediante estos seguimientos se obtiene una imagen dinámica de cada una de las principales especies de aves acuáticas a nivel regional y contribuye a revelar la importancia que tienen las diferentes zonas húmedas de la región para su conservación.

 

En Castilla y León, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente es la encargada de coordinar y realizar este seguimiento en el que participan agentes medioambientales, celadores de Medio Ambiente y técnicos de los servicios territoriales de Medio Ambiente, junto con el apoyo de personal técnico de la Fundación del Patrimonio Natural.

 

El aspecto más relevante de este programa es su capacidad para proporcionar tendencias de poblaciones de aves a largo plazo, mediante la recogida de datos de forma estandarizada: recuentos efectuados con la misma metodología y en los mismos sitios cada año. De esta forma, se dispone de información sobre la evolución de las poblaciones de aves acuáticas y su estado de conservación, teniendo en cuenta que esta información es crucial para su gestión.

 

En 2019 se inició el seguimiento mensual de las aves acuáticas migradoras en algunos de los humedales más relevantes de la comunidad. Los humedales donde se realiza este seguimiento son: la laguna de El Hoyo (El Oso), el embalse del Rincón y el embalse de Serones-Río Voltoya en Ávila; la laguna de Atapuerca y las lagunas de Bárcena (Gayangos) en Burgos; la laguna de Santiz y el balsón de Santa Marina en León;  la laguna de La Nava, la laguna de Boada de Campos y la laguna de Pedraza en Palencia; el azud de Riolobos, la laguna de El Cristo, las lagunas de La Cervera y las lagunas de La Zarza en Salamanca; las lagunas de Cantalejo en Segovia; el embalse de Monteagudo en Soria; el embalse de Castronuño en Valladolid; y las lagunas de Villafáfila en Zamora. Durante el año 2020 se han contabilizado más 150.000 aves acuáticas migratorias  pertenecientes a 75 especies, detectándose especies escasas y amenazadas como el avetoro o más comunes, y numerosas como los ánades reales.

 

Otros seguimientos que se realizan en humedales y que están incluidos en el Plan de monitorización son: el seguimiento de aves acuáticas invernantes que se inició en 1989, realizándose anualmente a mediados del mes de enero. En el año 2020 se censaron un total de 353 humedales, contabilizándose más de 50.000 aves acuáticas invernantes, pertenecientes a más de 53 especies. Por último, en 2020 también se ha realizado un censo de las distintas especies de garzas presentes en la comunidad, habiéndose contabilizado más de 650 parejas de garza real, 70 de garza imperial, 5 de garceta común, 120 de garcilla bueyera y 100 de martinete, no localizándose durante este año ninguna pareja de especies mucho más escasas, pero que nidifican puntualmente en Castilla y León, como el avetoro, la espátula o la garcilla cangrejera. Algunas de las colonias de ardeidas más importantes se localizan en humedales como la laguna de La Nava (Palencia) o el embalse de San José (Valladolid) o en algunos bosques de ribera asociados a los principales ríos de Castilla y León.

50 años de la Convención RAMSAR. Castilla y León, 31 años de vigencia

Los sitios Ramsar se designan porque cumplen con los criterios para ser considerados como Humedales de Importancia Internacional. El primer criterio se refiere a los sitios que contienen tipos de humedales representativos, raros o únicos, y los otros abarcan los sitios de importancia internacional para la conservación de la diversidad biológica. Estos criterios hacen énfasis en la importancia que la Convención concede al mantenimiento de la biodiversidad. Hay más de 2.400 sitios Ramsar en el mundo que abarcan más de 2,5 millones de kilómetros cuadrados en 171 países. En España la Convención entró en vigor el 4 de septiembre de 1982 y actualmente 75 sitios han sido designados como Humedales de Importancia Internacional, con una superficie de 304.541 hectáreas.

 

En Castilla y León están catalogadas un total de 297 zonas húmedas, incluidas en el Catálogo de Zonas Húmedas de Interés Especial, aprobado en 1994, ampliado en 2001 y que se prevé actualizar durante este año, otorgando a estos humedales un reconocimiento y régimen de protección que permita su conservación y uso racional. Dos de ellos, la laguna de la Nava, en la provincia de Palencia y las Lagunas de Villafáfila, en la provincia de Zamora, están incluidos en la Lista Ramsar.

 

Las Lagunas de Villafáfila, con 2.714 hectáreas, es la de mayor extensión en la comunidad acogido a la Convención RAMSAR, y constituye uno de los más importantes del norte peninsular y, sin duda, el enclave más significativo para las aves acuáticas, esteparias y migratorias de Castilla y León. Está formada por tres lagunas principales: Salina Grande, Barillos y Salinas y una serie de humedales de menor extensión. Su inclusión en este Convenio data de mayo de 1990, siendo uno de los primeros lugares españoles designado RAMSAR.

 

La laguna de la Nava de Fuentes, con 326 hectáreas, es el segundo humedal de la Comunidad incluido en el listado RAMSAR. Esta zona húmeda es resultado de una de las más exitosas restauraciones de humedales desarrolladas en España, al recuperar, a partir de la década de los 90 del siglo XX, aproximadamente un 10% de la superficie de la antigua laguna de La Nava o Mar de Campos, uno de los históricos y más extensos humedales peninsulares.

 

Actualmente presenta la singular característica de estar dividida en dos zonas de superficie similar: mientras que en una de ellas prima la conservación de la biodiversidad, en la otra se priman los usos ganaderos tradicionales compatibles con la conservación de muchas de las especies presentes, entre los que destacan las aves limícolas migradoras o el amenazado carricerín cejudo.

 

Se trata de una laguna somera, cuya profundidad media es de apenas 35 centímetros, aunque existen sectores más o menos extensos con mayor profundidad. En su restauración y funcionamiento actual, debido a que no es posible restaurar su régimen hídrico natural, es fundamental el aporte artificial de aguas a través del Canal de Castilla, que es introducido todos los años en el mes de octubre, buscando imitar el ciclo natural de la laguna: inundación en otoño e invierno y desecación durante el estío. Su inclusión en el Convenio RAMSAR tuvo lugar en el año 2002.

El proyecto LIFE-Integrado, en el que participa la Confederación Hidrográfica del Duero, apuesta or la recuperación de los humedales al Sur del Duero

Un año más, la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) quiere sumarse a la conmemoración del Día Mundial de los Humedales que se celebra cada año el 2 de febrero, con objeto de aumentar la sensibilización y necesidad de conservación de nuestros humedales como verdaderos reservorios de biodiversidad, promoviendo a su vez el uso sostenible del agua y, concretamente, de las aguas subterráneas, como premisa fundamental para poder alcanzar este objetivo.

 

Estudios realizados en el marco del proyecto LIFE -Integrado, liderado por el Organismo de cuenca, evidencian una pérdida de más del 90% de las zonas húmedas superiores a 0,5 hectáreas en el sur del Duero, desde los años 50. Esta disminución observada se atribuye principalmente a un aumento del uso del suelo con una mayor superficie cultivada y en particular, a la sobreexplotación de las aguas subterráneas que en las últimas décadas ha provocado un descenso de los niveles freáticos y por tanto, que los humedales se encuentren descolgados respecto al acuífero.

 

Este proyecto se desarrolla en la zona de Medina del Campo, un territorio singular por la gran cantidad de humedales que hay en la zona, denominados ‘lavajos’. Estos lavajos, la gran mayoría de carácter temporal, son importantes ecosistemas y juegan un papel esencial en el mantenimiento de la biodiversidad de este territorio.

 

El proyecto LIFE-Integrado prevé toda una serie de medidas destinadas a reducir la presión sobre la masa de agua subterránea de Medina del Campo, fomentando el ahorro y un uso racional y sostenible del agua. Además, se contemplan acciones para la mejora y restauración de aquellos humedales en mejor estado de conservación, llevando a cabo proyectos concretos de restauración. Todo ello, en el marco de una apuesta por la protección y recuperación de humedales en la cuenca.

 

  • ►Estudios realizados evidencian una pérdida de más del 90% de las zonas húmedas superiores a 0,5 hectáreas en el sur del Duero, desde los años 50
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  • ►Estos humedales o ‘lavajos’ son importantes ecosistemas que juegan un papel esencial en el mantenimiento de la biodiversidad del territorio
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  • ►El proyecto se desarrolla en la masa de agua subterránea de Medina del Campo (Valladolid)
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  • ►La sobreexplotación de las aguas subterráneas es la principal causa de pérdida de las zonas húmedas

 

Según la Fundación Global Nature, los humedales son la pieza clave para alcanzar la neutralidad climática en 2050

Como cada año, el 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales y, ante el objetivo vinculante para la Unión Europea de reducir las emisiones mundiales de carbono en un 55 % antes de 2030 y ser climáticamente neutra en 2050, los humedales constituyen una solución natural para hacer que este gran reto sea más factible gracias a su capacidad para fijar el carbono que de otra manera estaría en la atmósfera.

En esta línea, desde el Proyecto LIFE Wetlands4Climate, coordinado por la Fundación Global Nature, se está trabajando para analizar cuánto carbono es realmente capaz de retener un humedal en función de su estado de conservación e identificar qué medidas de gestión son las más apropiadas para cada humedal de modo que alcancen su máxima capacidad de almacenamiento.

Este proyecto abre por primera vez un interesante escenario en el que se pone en valor que la conservación de humedales no solo contribuye a la conservación de la biodiversidad, sino que además es una pieza clave en  la lucha contra el cambio climático.

A mediados de febrero comenzarán los trabajos de muestreo y medición en campo de las parcelas piloto ubicadas en 10 humedales de: Castilla y León, Comunidad Valenciana y Castilla La Mancha, en los que se pondrán en marcha diferentes medidas demostrativas de gestión de la vegetación, el suelo y el agua. El objetivo es ver cómo se comportan los balances de carbono en cada humedal respecto a cada una de estas medidas de gestión como pueden ser las siegas, el pastoreo controlado o el manejo de los niveles de agua.

Un equipo de la Universitat de València (UV) coordinado por el profesor Antonio Camacho, experto en ecología funcional de humedales y cambio climático, será el encargado de desarrollar los protocolos de manejo y gestión y realizar las mediciones y experimentos en campo y laboratorio para obtener un análisis inicial de calidad de estos ecosistemas que sirva de base con el que comparar los resultados obtenidos tras la implementación de las medidas demostrativas después de los cuatro años de proyecto.

Con estos datos se activará la aprobación de una metodología, que pueda optar a fondos en el mercado voluntario del carbono, basada en la conservación  de humedales. Estas actividades de certificación y verificación de emisiones incentivan la creación de empleo y la puesta en marcha de nuevos modelos de negocio. Conseguirlo será un gran logro ya que sin este tipo de mecanismos no se realizarían las inversiones previstas en gestión y conservación de humedales necesarias para que los humedales trabajen como nuestros aliados en la lucha contra el cambio climático.

 

  • ►El 2 de febrero se celebró el día mundial de los Humedales,  un ecosistema vital para la vida y que están desapareciendo a un ritmo tres veces superior al de las masas forestales
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  • ►El proyecto LIFE Wetlands4Climate analiza cómo puede afectar al cambio climático el estado de conservación de un humedal y la Fundación Global Nature iniciará estudios en Castilla y León

 

“Wetlands4Climate” es un proyecto apoyado por la Comisión Europea a través del instrumento financiero LIFE, coordinado por Fundación Global Nature y ejecutado en colaboración con entidades socias como la Agencia EFE, la Fundación Valencia Clima y Energía y el Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva de la Universitat de Valencia. Este proyecto cuenta además, en su primera fase, con el apoyo del: Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través de la Fundación Biodiversidad; la Regidoría de Conservación de Áreas Naturales y Devesa-Albufera del Ayuntamiento de València y la Consellería de Agricultura Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana.  

 
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