Revcyl

 
Jueves, 21 Agosto 2025 00:15:01
Opinión        Entrevistas                   

 

 

         

 

 

       

 

 
 
 

Valle de Iruelas, un rincón al Sur de Gredos en la provincia de Ávila, cuna de España

Valora este artículo
(0 votos)

El Valle de Iruelas es un paraje abulense, al Sur del Macizo de Gredos, es vivir en un microcosmos que posee las tonalidades de cuatro paletas cargadas de color, cuatro estaciones perfectamente marcadas. Este Valle tiene la capacidad de devolverle, como un soplo magnífico, a su soledad... para descubrir de repente al buitre negro, o al leonado, al águila imperial –especies en serio peligro de extinción– que han elegido este paraje para seguir viviendo.
 
Seis mil hectáreas de una desbordante naturaleza en Ávila. Un paisaje abigarrado, lleno de secretos recovecos, que se desliza desde las cumbres de Gredos hasta las curvas plácidas y sosegadas del Embalse del Burguillo. Podrá descubrir en su propio silencio todas las lenguas del mundo vegetal, rumores entre acebos y pinos, tejos y castaños, robles y helechos, cantuesos y peonias... La oferta es amplia, capaz de acoger diferentes actividades.
 
Puede descubrir la aventura entre las aguas potentes y bravas de las gargantas o acariciar a golpe de remo acompasado el agua remansada del Burguillo... o cabalgar por riberas de alisos... o dejarse llenar de paisaje y recoger un pedazo de Iruelas con una cámara fotográfica.
 
Toda una experiencia en la cara norte del extremo oriental de la Sierra de Gredos. El Valle de Iruelas, a 91 km. de Madrid y 42 de Ávila, es un enclave natural de alto valor ecológico incluido en la Red de EspaciosProtegidos de Castilla y León declarado Reserva Natural y ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves).
 

En el límite más oriental de la Sierra de Gredos se descubre un pequeño y especial territorio: el Valle de Iruelas. Drenado por una serie de arroyos de montaña -el principal es el de Iruelas, afluente del río Alberche- sus laderas aparecen cubiertas por un valioso bosque formado por una gran diversidad de especies.

Entre todas destacan los pinos negral y laricio, de los que aún se conservan unos grandes y milenarios ejemplares. En los límites del abulense Valle de Iruelas está instalada la colonia más numerosa (alrededor de ochenta parejas) de buitres negros de todo el continente europeo. En los límites del abulense Valle de Iruelas está instalada la colonia más numerosa (alrededor de cien parejas) de buitres negros de toda Castilla y León y una de las más importantes del continente europeo.

Los límites de esta Reserva Natural se extienden desde los 1.950 metros de la cumbre del Cerro de la Escusa hasta los 730 metros de altitud en las orillas del Embalse del Burguillo. Precisamente cerca de este último se puede contemplar un antiguo -rehabilitado en la actualidad como establecimiento de turismo rural- poblado en el que vivían los resineros que trabajaban en el monte.

Un lugar privilegiado para contemplar todo el conjunto del Valle de Iruelas, declarado también como Zona de Especial Protección de las Aves (ZEPA), es el mirador natural del Puerto de Casillas.

 

Vegetación

En la conformación actual del paisaje vegetal del Valle de Iruelas son varios los factores que intervienen; la variable que más influye sobre la vegetación es el gradiente altitudinal, ya que no existen cambios litológicos importantes, unido a las peculiares formas de relieve de este pequeño enclave, donde destacan las numerosas gargantas y barrancos que proporcionan una amplia gama de exposiciones, pendientes y orientaciones que junto a las características bioclimáticas mediterráneas a caballo entre el templado-continental y el húmedo-oceánico, constituyen un lugar singular que ofrece diferentes posibilidades para la instalación de un tapiz vegetal con diversas exigencias, hasta un total de más de 600 especies y subespecies vegetales.

 

Los incendios forestales, la ganadería y la tala secular de quercíneas han modificado la cubierta vegetal del Espacio Natural, favoreciendo la extensión del matorral, a base de cambrón (Echinospartum barnadesii), piorno serrano (Cytisus purgans), enebro rastrero (Juniperus alpina), escobonales (Genista florida), jara pringosa (Cistus ladanifer), piorno florido (Cytisus multiflorus), ... En los enclaves más rocosos aparece un caméfito interesante, la manzanilla de Gredos, planta muy apreciada en la medicina popular que debe ser conservada debido a la regresión que sufre en el resto del macizo gredense. Las formaciones potenciales, melojares supramediterráneos y encinares mesomediterráneos ven reducida su extensión a la mínima expresión, a favor de los matorrales y pinares de pino resinero.

Los melojares componen pequeños rodales, acompañados en ocasiones de tejos, acebos, castaños, avellanos y sobre todo serbal de los cazadores, han sido sustituidos por los pinares que ocupan gran parte de la superficie del Valle de Iruelas. El pino resinero (Pinus pinaster) es el aquí dominante, aunque también se localizan rodales de pino albar (Pinus sylvestris) y de pino laricio (Pinus nigra) del que se piensa que son masas relícticas al borde occidental de su área de expansión natural. Los encinares del piso mesomediterráneo se han visto reducidos a pinares y enebrales en algunos puntos muy desarrollados con presencia de olivillas, cornicabras y madroños lo que hace que estos restos de encinares puedan considerarse una transición de los encinares carpetanos a los luso-extremeños. Los barrancos se cubren de saucedas y rodales de abedules por encima de los 1.400 m., por debajo de esa cota aparecen alisedas, acompañadas de fresnos, sauces, cerezos, avellanos, olmos de montaña.

 

Fauna

Como muestra de la gran riqueza faunística de este espacio basta señalar que son 235 las especies de vertebrados catalogados, de ellas 146 son aves, amén de un sinnúmero de invertebrados. El 90% de la fauna goza de alguna figura de protección que afecta a 210 especies, de las cuales 62 están protegidas, 147 estrictamente protegidas y 1 en peligro de extinción. Al ser imposible enumerar aquí la rica y diversificada fauna de Iruelas, se destacarán las especies más notables como el lagarto verdinegro, la lagartija serrana, desmán de los Pirineos, ratilla nival, la presencia esporádica del lince ibérico, el gato montés, águila imperial ibérica, buitre leonado, bisbita ribereño alpino, picogordo, colirrojo real, pechiazul, gorrión moruno, paloma torcaz, y especialmente el buitre negro. En Europa no llegan a 1.000 las parejas reproductoras de buitre negro. De ellas un centenar se asientan en Grecia y Turquía y 774 parejas crían en España, con poblaciones destacadas en Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla-León, donde sobresale la colonia del Valle de Iruelas que es la quinta colonia en número de parejas reproductoras de España con unas 100 parejas y una de las más septentrionales de su área de distribución.

 

Geomorfología

Ubicado el Valle de Iruelas en la Cordillera Central, se caracteriza dicha Sierra por ser un relieve típicamente germánico, donde la reactivación de las fallas ha provocado su compartimentación en horst y grabens, dos de los cuales están relacionados con el Valle de Iruelas, el horst de Gredos Oriental y el graben del Alberche. Junto a ellos varios son los elementos del relieve que se pueden destacar: las superficies de cumbres, por encima de los 1.600-1.700 m., que forman lomas o crestas con fenómenos periglaciares y pequeños neveros que conservan la nieve hasta primavera.

 

Los rellanos, lomas y hombreras son zonas planas o de escasa pendiente con aparición de navas, consecuencia de fenómenos hidromórficos y coluviones en las laderas más bajas. Una de las características de este Espacio son las cuencas de recepción torrencial, localizadas a partir de la línea de cumbres, recogen el agua de las precipitaciones y dan origen a torrentes y gargantas en las que la erosión lineal es más importante que la areolar, creando pequeños valles en forma de V. El fondo de los barrancos, torrentes y arroyos están recubiertos por depósitos aluviales.

 

Paisaje

Este Espacio Natural, pese a sus reducidas dimensiones se caracteriza por lo intrincado de su orografía, lo que propicia una considerable gama de orientaciones y exposiciones que posibilitan ciertos microclimas capaces de acoger una variada vegetación que contrasta con las cumbres y los pequeños neveros.

Desde el punto de vista faunístico dos especies son claves en este Espacio Natural: el buitre negro y el águila imperial que hacen de este lugar un enclave privilegiado y que justifican su declaración como Z.E.P.A. por la Comunidad Europea en el año 1991, sin olvidar su riqueza botánica.

 
Núcleo de turismo rural Valle de Iruelas
La Mancomunidad Asocio de Ávila, en la década de los años 50 del siglo pasado construye en el Valle de Iruelas las fábricas de madera, resina y el Poblado de Las Cruceras, donde vivían los trabajadores de las fábricas. de la rehabilitación del pequeño núcleo industrial creado nace el Núcleo de Turismo Rural Valle de Iruelas en el año 1995. Las casas donde vivían los trabajadores son hoy las Casas Rurales Valle de Iruelas, un complejo de alojamientos rurales de calidad para alquilar con distintas tipologías 1 a 4 dormitorios.
 
Donde vivía la Guardería de la Mancomunidad es hoy la Casa de las Cruceras, un alojamiento para grupos con actividades y club de vela.
 
El Consultório médico y la Escuela es hoy El Hostal Bar Restaurante Las Cruceras y en la antigua Fábrica de Resinas está hoy la Casa del Parque Valle de Iruelas, Centro de Interpretación de la Reserva Natural.
Para completar la oferta hay un camping –Camping Valle de Iruelas, 1ª Categoría– y un centro hípico –Hípica Valle de Iruelas–.
 
Actividades de ocio y deporte
En el Valle pueden disfrutar de rutas de senderismo de diferentes niveles tanto en tiempo como en dificultad. Podrán recorrer parte del sendero GR-10 y una gran variedad de senderos de pequeño recorrido (PR) tanto en el valle como en las poblaciones cercanas, así como una serie de rutas propias dentro de la Reserva Natural. Igualmente existe la posibilidad de realizar las rutas a caballo.
 
La situación y orografía privilegiada de Iruelas la convierten en un paraíso para el birding. Recorridos guiados a pie, en vehículos o hides son las alternativas dispuestos para disfrutar de los reyes del cielo: el buitre negro, el águila real y las más de 150 especies de aves que se dan cita en este entorno.
 
A pie del pantano del Burguillo la práctica de vela, padle surf, piragüismo... es una actividad recomendada para todos los niveles.
 
En definitiva, el Valle de Iruelas ofrece un mundo de experiencias únicas y sostenibles en un espacio protegido. El límite está en su imaginación y el respeto a la naturaleza.
 
Tan solo una crítica. El Ayuntamiento de El Tiemblo (Ávila) "atraca" a los visitantes de El Castañar, un rincón natural, de la Naturaleza de todos, al cobrar 6 euros por coche, salvo a los autobuses y 2 euros por persona. Es loable gravar a los agentes contaminadores de la Naturaleza pero ¿se puede entender fomentar negativamente el uso de un automóvil para disfrutar de El Castañar de El Tiemblo, cuando un 6 de diciembre, Día de la Constitución, recaudan más de 1.200 euros, solamente en vehículos? Esto se llama "animus recaudautorio". El coste del mantenimiento debe ser asumido por el presupuesto de la Junta de Castilla y León, la Diputación Provincial de Ávila y el Ayuntamiento de El Tiemblo y, en su defecto, por el Estado, pero nunca por los visitantes de esa manera tan "anticiudadana". Terminarán matando a la gallina de los huevos de oro. Pero dará igual.
 

Toros de Guisando, la cuna de España

Los Toros de Guisando parecen ser obra de los vettones del Siglo III a.c. Son cuatro esculturas realizadas en granito que representan cuadrúpedos, identificados como toros o verracos, y se les atribuye una función mágico-religiosa para favorecer, según dicen, la fertilidad y la protección del ganado; tampoco se descarta que fueran utilizados como hitos demarcadores de zonas de pastos.

 

Simbolizan la riqueza de un entorno esencialmente pastoril y son una de las mejores manifestaciones artísticas de la España pre-romana. Seguramente agrupados en este lugar por los legionarios como trofeos de sus conquistas, y marcados con sus grabados latinos, estos verracos hablan de las inquietudes de sus creadores, artistas inmersos en modelos de una sociedad que fue sepultada por la romanización. Los terrenos que ocupan los Toros y las ruinas del antiguo Monasterio de los Jerónimos, han recibido la declaración de Paraje Pintoresco.

 

Ulaca, la ciudad perdida de los vetones, está encaramada sobre un cerro, dominando el Valle de Amblés. Situada al suroeste de la provincia, es uno de los castros más interesantes. Su estratégica posición y la importancia de los yacimientos encontrados la convierten en una ciudad única perdida en el pasado de la historia. Esta ruta permite reconocer que Ulaca no es el único testimonio urbano heredado de la cultura de los vetones, ya que Ávila atesora otros interesantes poblados como el de Las Cogotas, en Cardeñosa, La Mesa de Miranda, en Chamartín de la Sierra y El Castro del Raso, en pleno Valle del Tiétar, sin olvidar los populares Toros de Guisando. En esta ruta se pueden visitar: Las Cogotas, La Mesa de Miranda, Ulaca, El Castro del Raso y los Toros de Guisando.

 

El Tratado de los Toros de Guisando o Concordia de los Toros de Guisando es el nombre de un acuerdo alcanzado el 18 de septiembre de 1468 en el cerro de Guisando (junto al grupo escultórico homónimo), en la actual localidad abulense de El Tiemblo, entre el rey de Castilla Enrique IV y su hermanastra Isabel I de Castilla, por el que esta era proclamada Princesa de Asturias, y por lo tanto, reconocida como heredera de la Corona de Castilla. Como no hay documentos o referencias contemporáneos que confirmen su existencia, algunos historiadores piensan que pudo ser una historia creada más tarde para legitimar la sucesión.
 
La guerra civil había comenzado en Castilla en 1464, cuando una serie de nobles se había rebelado con la intención de hacer abdicar al rey y deponer a su valido, Beltrán de la Cueva. Los nobles rebeldes llegaron a deponer simbólicamente a Enrique IV y a entronizar en su lugar a su hermanastro Alfonso en 1465. No obstante, la muerte del infante en julio de 1468 convirtió a la hermanastra de Enrique, Isabel, en el candidato de los nobles rebeldes. Sin embargo, la infanta prefirió pactar con su hermano, utilizando como mediador a Antonio de Veneris. Tras unas vistas realizadas en Castronuevo, se llegó a un acuerdo preliminar, por el que finalizaría la guerra. El acuerdo se formalizó el 18 de septiembre de 1468 en Toros de Guisando. Mediante el acuerdo, todo el reino volvía a la obediencia del rey y a cambio Isabel pasaba a ser princesa de Asturias y recibía un amplio patrimonio. El matrimonio de la princesa debía realizarse sólo con el consentimiento previo del rey. Juana, la hija de Enrique IV, quedaba desplazada de la posible sucesión, al declarse nulo el matrimonio del rey y la reina.
 
Sin embargo, la boda de Isabel con el infante aragonés Fernando, sin aprobación del rey, celebrada en Valladolid (1469), motivó el repudio de la Concordia por Enrique IV. El rey reconoció nuevamente los derechos de su hija Juana en la Ceremonia de la Val de Lozoya (25 de noviembre de 1470).


Puntos del tratado:

  1. Isabel debía ser reconocida como heredera y trasladada a la Corte donde permanecería, bajo custodia del propio monarca, de Fonseca, de Villena y del conde de Plasencia, hasta su matrimonio.

  2. Isabel sería reconocida como Princesa otorgándose su juramento por las Cortes y la Junta de la Hermandad en plazo de cuarenta días. Nulidad, pues, de las Cortes de Madrid de 1462.

  3. Isabel recibía el Principado de Asturias y las rentas de Ávila, Huete, Úbeda, Alcaraz, Molina, Medina del Campo y Escalona.

  4. Isabel se comprometía a casar con «quien el dicho señor rey acordare y determinare, de voluntad de la dicha señora infanta y con acuerdo y consejo de los dichos arzobispo, maestre y conde, y no con otra persona alguna».

  5. Se haría «divorcio y separación» entre Enrique y Juana, enviándose nuevamente a doña Juana a Portugal.

  6. La «hija de la reina» debería ser llevada a la Corte permaneciendo en ella, hasta que se acordara para ella un matrimonio conveniente.

  7. Enrique IV entregaba el alcázar de Madrid con el tesoro allí depositado a la custodia del arzobispo Fonseca y del conde de Plasencia.

  8. Villena, Stúñiga y Fonseca garantizaban el cumplimiento de la palabra del rey, amenazando apartarse de su servicio si de ella se desviaba.
Modificado por última vez en

Contacte con nosotros

revcyl@revcyl.com

Agosto 2025
D L M X J V S
27 28 29 30 31 1 2
3 4 5 6 7 8 9
10 11 12 13 14 15 16
17 18 19 20 21 22 23
24 25 26 27 28 29 30
31 1 2 3 4 5 6
ARTÍCULOS SEMANALES

 

  Aviso Legal            Política de Privacidad Quiénes somos                 Contacto                 Web amigas  

 

 
 

         

External links are provided for reference purposes. The World News II is not responsible for the content of external Internet sites.
Template Design © Joomla Templates | GavickPro. All rights reserved.