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99.196 alumnos y 9.497 profesionales han iniciado el nuevo curso en las aulas de centros concertados de Castilla y León

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Los centros pertenecientes a Escuelas Católicas Castilla y León comienzan hoy el curso escolar 2021-2022 con 99.196 alumnos y 9.497 profesionales en sus aulas, con una representatividad del 28,7% en la educación de la comunidad. Las familias de Castilla y León han vuelto a confiar en un proyecto educativo innovador, de calidad y que ha estado a la altura en momentos complejos durante los últimos dos cursos.

 

El curso escolar 2021-2022 contará con 99.196 alumnos en las aulas de los 178 centros de la red de Escuelas Católicas Castilla y León, con un crecimiento estimado del 0,5% con respecto al curso anterior.

 

Este nuevo curso volverá a estar marcado por la situación sanitaria provocada por la COVID-19. Después de dos cursos con este problema, los resultados educativos y de prevención sanitaria pueden considerarse muy satisfactorios, con solo un 1% de aulas de centros concertados afectadas durante el curso anterior, cifra muy por debajo de lo esperado. Desde la patronal queremos “reconocer el gran esfuerzo realizado por todos los profesionales de nuestros centros en su trabajo por garantizar la seguridad de todos los alumnos”.

 

El nuevo protocolo sanitario en Castilla y León para este curso otorga mayor certidumbre ya que está avalado por la experiencia positiva del anterior, sin vaivenes ni modificaciones de última hora. “No sería bueno bajar la guardia en ningún aspecto ya que desde Escuelas Católicas defendemos la máxima seguridad y un protocolo estricto que nos proteja a todos y que sea coordinado por las autoridades sanitarias. Tenemos confianza en los expertos y nos refuerza la experiencia y el trabajo realizado el curso pasado”, explicó hoy Leandro Roldán Maza, secretario autonómico de Escuelas Católicas Castilla y León en la presentación del curso realizada en el Colegio Lestonnac de Valladolid. “Mostramos nuestra confianza en que este curso los datos sanitarios sean mucho más positivos debido a la vacunación de profesores y alumnos. Las familias y alumnos podrán estar un poco más tranquilos”.

 

Además, desde Escuelas Católicas Castilla y León estamos satisfechos con la recuperación de las actividades extraescolares ya que estamos seguros de que nuestros centros garantizarán el mismo nivel de seguridad durante su desarrollo.

 

  • Los 178 colegios de la red de Escuelas Católicas afrontan un nuevo curso con muchos retos sanitarios, pedagógicos y legislativos por delante

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  • Este sector educativo solicita flexibilidad en la dotación económica adicional para desarrollar el protocolo de seguridad, más apoyo social y administrativo y garantía para la protección del sistema educativo y la libertad de elección de centro

 

 

Sin embargo, tras un curso de experiencia educativa en pandemia, creemos que los recursos ofrecidos por la administración para luchar contra el virus en las aulas son beneficiosos, pero consideramos que deberían ser superiores. Hay que poner el foco en el mantenimiento y ampliación de esos recursos ya que no se ha alcanzado la normalidad plena y nuestros centros se han visto sobrecargados para dar una respuesta eficaz a todas las exigencias, en cuanto a medios personales y materiales, y por eso creen que se hace necesario un mayor número de docentes para desdobles, y un aumento de la subvención destinada a asumir los costes de limpieza derivados de la pandemia, una cifra que apenas cubrió el 40% de los gastos de nuestros centros el pasado curso.

 

Por todo esto, desde Escuelas Católicas Castilla y León solicitamos más agilidad en la dotación económica adicional que se necesita para desarrollar el protocolo de seguridad, una mayor flexibilidad de la administración para seguir mejorando unas medidas ajenas al proceso de enseñanza habitual; y más confianza y apoyo social y administrativo para superar de nuevo un curso complejo.

 

Pese a las dificultades, desde Escuelas Católicas Castilla y León “confiamos en que será un buen curso, ya que contamos con objetivos claros que eviten incertidumbres y nos sabemos parte de la gran familia que es la escuela católica. Nuestros centros seguirán caminando centrados en una misión común ya que hemos sabido adaptarnos a las nuevas circunstancias, y a lo largo de este curso mantendremos intacto nuestros objetivos de ser escuelas del cuidado, espacios relacionales y evangelizadores de sentido”. 

 

No podemos dejar de recordar en este inicio de curso que la libertad de educación y de elección de las familias sigue estando en peligro con la implantación de la LOMLOE. La educación en centros concertados es una educación de calidad, complementaria y necesaria para garantizar esa libertad. 

 

La puesta en marcha de la nueva ley comenzará este curso por temas de evaluación y promoción, y, si no hay marcha atrás, también en el proceso de escolarización. Confiamos que en Castilla y León se mantenga, consolide y se convierta en hechos el apoyo inicial de la Junta para garantizar la protección de un sistema educativo exitoso en su conjunto, que se sustenta y se complementa gracias a la calidad, equidad y equilibrio que ofrecen las dos redes, pública y concertada.

 

La escuela concertada es efectivamente un servicio público que permite que los padres puedan elegir libremente el tipo de educación que quieren para sus hijos. La concertada está avalada por su larga trayectoria al servicio de la sociedad desde el compromiso y cuidado de los alumnos y sus familias, y su trabajo incansable en aras del bien común y de la educación de todos.

 
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