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Castilla y León impulsa al sector empresarial, como estrategia de futuro, incorporar la economía circular por las sinergias que genera

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Castilla y León, a través del consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha participado en la tercera jornada telemática en materia medioambiental dentro del ciclo de 16 jornadas y talleres prácticos de carácter regional, organizado por el Consejo General de Cámaras de Comercio y la red cameral, con la colaboración de la Junta de Castilla y León, en el que se abordan temas como la huella de carbono, la simplificación administrativa, las normas ISO, la economía circular, la tramitación de licencias medioambientales y la gestión de residuos, todo ello adaptado a las nuevas necesidades de las empresas debido al COVID-19 y los cambios en el modelo productivo que ha supuesto la pandemia.

 

“Cada vez un mayor número de empresas incorpora la variable medioambiental ligada a la economía circular en su estrategia empresarial, conscientes de los beneficios que ello reporta, no solo en cuanto elemento de sostenibilidad, sino como mecanismo de generación de mayor cifra de negocio y rentabilidad y de generación de empleo”, ha destacado el consejero.

 

Tras felicitar al Consejo de Cámaras de Comercio, Industria y Servicios de Castilla y León –representado en este encuentro telemático por su presidente, Antonio Miguel Méndez Pozo- por la organización de este ciclo de jornadas, con la colaboración de la Junta, “que van a contribuir a impulsar la gestión y compromiso medioambiental del tejido productivo castellano y leonés”, el consejero de Fomento y Medio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, señaló que “la sostenibilidad, la lucha contra el cambio climático, la economía circular… son hoy principios, objetivos clave en cualquier ámbito de actividad, que constituyen los grandes desafíos medioambientales de este siglo y, a la vez, suponen una gran oportunidad para modernizar y hacer competitiva nuestra economía y afrontar la emergencia climática”.

 

En este período de transición hacia una economía circularizada, en consonancia con el objetivo de una Unión Europea neutra en carbono y plenamente circular en el año 2050 y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, las empresas juegan, sin duda, un papel esencial. En Castilla y León son ya muchas las empresas que están orientando los procesos hacia ese cambio de patrón de la actividad económica, de cambio de modelo económico desde una concepción lineal a una circular, basado en una producción y consumo más eficientes, más responsables.

 

En un contexto mundial de agotamiento de las materias primas críticas para el funcionamiento de nuestra industria, de costes crecientes y dependencia exterior, “o hacemos economía circular o no habrá industria que resista”, advirtió el consejero, para quien “las empresas que no se adapten, desaparecerán y las que vean una oportunidad, saldrán fortalecidas”. Por este motivo, Suárez-Quiñones ha valorado “la oportunidad y acierto en la organización de estas jornadas dirigidas a concienciar, formar y asesorar a las empresas contribuyendo a su evolución hacia la economía circular y favoreciendo su adaptación en la lucha contra el cambio climático, sobre todo y especialmente para las pymes, el grueso del tejido productivo de la comunidad”.

 

  • Suárez-Quiñones: "Un mayor número de empresas incorpora la variable medioambiental ligada a la economía circular en su estrategia empresarial, conscientes de los beneficios que ello reporta, no solo en cuanto elemento de sostenibilidad, sino como mecanismo de generación de mayor cifra de negocio y rentabilidad y de generación de empleo”

La proyección de la economía circular en Castilla y León

En este sentido, según el informe 'Economía Circular en Pymes en España', presentado recientemente por la Cámara de Comercio de España y MAPFRE, si bien las pequeñas y medianas empresas avanzan de forma progresiva en promover un modelo basado en la reutilización, recuperación y reciclaje, más de la mitad de las pymes españolas no conoce aún en qué consiste la economía circular.

 

“Cada vez un mayor número de empresas incorpora la variable medioambiental ligada a la economía circular en su estrategia empresarial, conscientes de los beneficios que ello reporta, no solo en cuanto elemento de sostenibilidad, sino como mecanismo de generación de mayor cifra de negocio y rentabilidad y de generación de empleo”, ha destacado el consejero durante su intervención.

 

Según el informe citado, el 2% del empleo en España está relacionado con la economía circular (por encima de la media europea -1,71%-, lo que nos coloca en el puesto 7 del ranking UE-27). Un significativo avance en el desarrollo de la economía circular podría llegar a generar hasta 160.000 puestos de trabajo en España antes de 2030.

 

La implantación de un modelo de economía circular pasa por actuar en todo el ciclo de producción, desde el diseño ecológico de procesos y productos, a la utilización de materias primas recicladas en los procesos productivos, reducción en el consumo de recursos (principalmente de electricidad), recuperación y reutilización del agua, reducción de la generación de residuos, separación en origen de los residuos generados o desprenderse de los residuos más contaminantes a través de gestores especializados.

 

“Todo ello redunda en una mejora en la eficiencia de los procesos y en una reducción de costes, aportando un valor añadido a la producción, un plus de calidad, que garantiza el éxito y la competitividad en el modelo de economía verde hacia el que queremos avanzar”, señala Suárez-Quiñones.

La prevención de residuos en el modelo de producción

La gestión de los residuos constituye un ámbito de especial relevancia para avanzar en la implantación de un modelo de economía circular en el tejido empresarial productivo, que acapara el 83,5% del total de residuos generados en España y dentro de éste, el sector industrial, que genera, entre otros, el 69% de los residuos químicos o el 60% de los de madera.

 

En Castilla y León, el marco de referencia para la implantación de un modelo de economía circular desde la gestión de los residuos es el Plan Integral de Residuos de Castilla y León (PIRCYL), actualmente en revisión para incorporar los nuevos objetivos establecidos en la normativa, que en materia de prevención en la generación de residuos suponen la reducción respecto de 2010 de un 10% en 2020, un 13% en 2025 y un 15% en 2030. “Se trata de avanzar en hacer de la prevención de residuos un principio rector del modelo de producción, implantar la cultura ‘residuo cero’ en el ecosistema económico, uno de los objetivos de la Estrategia de Economía Circular de Castilla y León 2021-2030 –según avanzó el consejero-, que se aprobará en próximas fechas y que será el marco de referencia para impulsar un modelo neutro en carbono y plenamente circular en el año 2050, de acuerdo a los objetivos estratégicos marcados por la Unión Europea”.

 

Por último, Suárez-Quiñones enfatizó en que “en un contexto de ambición climática y de eficiencia de los recursos, y al mismo tiempo de competitividad de nuestra economía, esto no es suficiente; es necesario un nuevo impulso, que es lo que hoy llamamos economía circular y que es el centro de la transición verde y digital que ha de impulsar la Recuperación y la Resiliencia de Castilla y León”. El consejero concluyó que “jornadas como estas del Consejo de Cámaras contribuyen, sin duda, a acelerar este proceso, favoreciendo la evolución del tejido empresarial hacia el paradigma de la economía circular, avanzando en la consolidación de un sector productivo castellano y leonés concienciado con la sostenibilidad”.

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